En el cierre del discurso post electoral, Juan Monteverde exhibió un mapa de Rosario con los resultados dividiendo por colores la ciudad según los ganadores que hubo en cada distrito entre su candidatura y la de Pablo Javkin. El objetivo retórico de esto era demostrar cómo Ciudad Futura ganaba en los barrios mientras que el oficialismo lo hacía sólo en el centro.

Esa manera de exhibir los datos se empezó a desgranar cuando en la semana surgieron análisis que hilaron cada vez más fino y desnudaron el recurso, relativizando la supuesta victoria de Monteverde en los sectores populares. El colega Nicolás Maggi realizó un relevamiento de los resultados dividiéndolo en las 22 seccionales que tiene el Municipio. Si bien se sostiene la victoria contundente de Javkin en el centro de la ciudad, el resultado en los barrios fue mucho más dividido que lo mostrado el domingo a la noche en el búnker del ex Madame.

En el Norte, Javkin ganó en Refinería, Arroyito Oeste, Sarmiento, La Florida y La Cerámica; en el Noroeste lo hizo en Fisherton, Fisherton R, Fisherton Industrial y 7 de Septiembre; en el Sur en España y Hospitales,  Domingo Matheu, La Guardia, Las Heras y Saladillo; en el Oeste se quedó solo con Cinco Esquinas; y en el Sudoeste en Itatí, Jorge Cura y Las Flores Este.

Por otra parte, el analista Roque Cantoia demostró en un trabajo de Doxa Data que no hubo mayores diferencias entre las elecciones de 2019 y 2023, e incluso las alteraciones dejan mejor parado al intendente que al retador. En esta oportunidad hubo menos paridad que en la anterior, se comprobó mayor participación (un 5% más aproximadamente) pero esta se volcó a votar más por el frente Unidos que por Rosario sin Miedo.

X de Roque Cantoia

Y en un análisis aún más pormenorizado, se publicó un trabajo de Rodrigo Díaz Abal escuela por escuela. Este permite ver todo el detalle de los resultados en cada centro electoral, dejando poco lugar al análisis y a la manipulación de los datos.

ELECCIONES GENERALES A INTENDENTE PROVISORIO

Quedan a la vista numerosas derrotas de Monteverde en zonas de la ciudad que intentó marcar como propias y evidencia que los barrios no lo apoyaron de la manera unificada que esbozó en su discurso de domingo a la noche.