Capitani: “Las cifras que tenemos son muy duras y la gente la está pasando mal”
El actual ministro de Desarrollo Social provincial dijo en Si989 que las esperanzas están puestas en la segunda parte del año donde las cifras son mejores por la apertura de la actividad económica tras meses difíciles por la pandemia.
El índice de pobreza en Argentina se elevó al 40,9% de la población en el primer semestre de este año, con un 10,5% en nivel de indigencia, uno de los peores registros en la historia de este país, informó el Instituto de Estadísticas (Indec) la semana pasada. Al cierre de 2019, la tasa de pobreza había sido de 35,5% y la indigencia de 8%.
En la comparación interanual, la cantidad de personas bajo la línea de la pobreza aumentó 5,5 puntos porcentuales, y en indigencia 2,8 puntos porcentuales. En cuanto a los grupos de edad, un 56,3% de las personas entre 0 y 14 años son pobres. Con estas cifras se calcula que 18,5 millones de argentinos son pobres y 4,7 millones son indigentes.
En ese sentido, el ministro de Desarrollo Social de la provincia Danilo Capitani, aseguró en Si989 que los detonantes para incidir en los números fueron la situación económica heredada por el macrismo sumada a la gran crisis en lo social que ocasionó la pandemia.
Según el funcionario, esos datos se tomaron en un momento donde la cuarentena era muy dura y cerrada, y donde había actividades económicas que dejaron de funcionar. Ahora ya sobre el segundo semestre con la actividad económica más desplegada en todo el territorio, “las cifras fueron menores”, aseguro y luego admitió: “Esto no nos pone contentos, pero queremos bajar las cifras que tenemos actualmente, son muy duras y la gente la está pasando mal”.
Durante el 2020, conto Capitani, se implementaron programas en asistencia alimentaria y se destinaron para tal fin más de 4 mil millones de pesos por parte de su cartera, más los programas que destinó Nación. “Hoy cuando recorremos los distintos barrios de las grandes ciudades, lo que fundamentalmente quieren los jóvenes es trabajo. El Estado no da trabajo, pero si herramientas para oficio y capacitación y les permita acompañar el crecimiento que se da desde el sector privado”, explicó.
En cuanto al trabajo con las organizaciones sociales indicó que desde que comenzó, en el mes de diciembre apenas asumió, se llevan adelante reuniones con organizaciones sociales, que durante lo más hondo de la pandemia se profundizaron. “Sirvió como una de las maneras de llegar desde la provincia hacia los territorios. Y se hizo con todos, con las iglesias, que en cada espacio tiene ya un trabajo desplegado, como también las organizaciones sociales, que permitieron detectar las vulnerabilidades que hay en cada uno de los barrios, primero con la asistencia alimentaria y después vinculado lo productivo con el Estado”, expuso.
Por ultimo remarcó que el desafío es no cerrar la actividad económica porque eso generó graves consecuencias. En ese sentido insistió en seguir manteniendo los protocolos y los cuidados porque la situación sanitaria es muy compleja y se viene una segunda ola. “En esto necesitamos la colaboración de todos, que la gente trate de no juntarse si no es necesario, tenemos que seguir con el tapabocas hasta que no esté el totalidad de toda la gente vacunada”, recomendó por ultimo.
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