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La ex presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, aseguró que el macrismo prepara "la segunda etapa del plan de ajuste" para después de la elecciones y cuestionó la postura oficial en torno al caso Maldonado.

"El plan de ajuste consiste en aplicar una flexibilización laboral igual que la Brasil porque, si no, dicen, vamos a quedar fuera de competencia", sostuvo la candidata a senadora nacional de Unidad Ciudadana (UC) por la provincia de Buenos Aires, al tiempo que advirtió que abrir las importaciones "mata toda la industria nacional".

Así lo expresó en una entrevista con AM750, en el barrio porteño de San Telmo- que funciona en la sede del gremio de los porteros que conduce Víctor Santamaría-, que se extendió por más de una hora y media.

Además, en otro tramo de la entrevista, Cristina Fernández de Kirchner denunció "la estigmatización que hace el gobierno de los movimientos sociales y sindicatos".

En este sentido, la ex jefa de Estado planteó este jueves como fundamental el desarrollo de la industria nacional y de la tecnología para "integrar a todos" y remarcó que en esa línea se trabajó durante su mandato.

Más adelante, propuso que "sea optativa" la práctica de seis meses de los estudiantes del quinto año de los colegios secundarios de la Ciudad de Buenos Aires que promueve el jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, y defendió las protestas que mantienen gremios y alumnos que toman una treintena de colegios.

En tanto, en referencia a los resultados de las PASO del 13 de agosto en la provincia de Buenos Aires -donde Unidad Ciudadana, con su precandidatura, se impuso por una ventaja de 20.324 votos sobre la lista de Cambiemos- dijo que los bonaerenses eligieron al espacio que ella lidera porque "confían en nosotros".

Para la ex presidenta, "el gobierno necesita la fractura social y la división política de los que son opositores a estas políticas para poder imponer su plan que va a tener su segunda fase de ajuste después de las elecciones de octubre".

Y añadió que se trata de "un gobierno que quiere construir, como en los viejos tiempos de vigencia de la Doctrina de la Seguridad Nacional, la figura del enemigo interno".

En cuanto a las denuncias judiciales en su contra, las atribuyó a que ella "no" fue "un dispositivo del verdadero poder" del país, que adjudicó a las corporaciones económicas.

"Porque nunca fui ni seré un dispositivo del poder es que tengo los problemas que tengo, yo y mis hijos", aseguró, al tiempo consideró que si hubiese apoyado la flexibilidad laboral o la continuidad del sistema de AFJP no afrontaría denuncias judiciales.

En esta línea, no descartó que quieran expulsarla del Senado, en caso de ganar una banca en las elecciones, por las causas judiciales que enfrenta, al advertir que "de este gobierno se puede esperar cualquier cosa" y relativizó esa posibilidad al sostener que no está "peleando por un sillón y una banca", lo está haciendo "por ideas y por proyectos".

Por otra parte, calificó como un "disparate mayúsculo" las declaraciones de la diputada Elisa Carrió acerca de que al fiscal Alberto Nisman "lo mató" su gobierno y calificó esas declaraciones como una "inmensa bomba de humo" para "ocultar" el caso por la desaparición de Santiago Maldonado.

"Me parece un disparate mayúsculo", aseveró la ex jefa de Estado cuando se le preguntó sobre expresiones de Carrió, quien consideró que "el gobierno de Cristina mató a Nisman", el fiscal federal que fue encontrado muerto cuando se disponía a denunciar a la ex presidenta por "encubrimiento" a Irán en el ataque a la AMIA.

Por último, Cristina evaluó como "importante" un eventual debate entre los candidatos bonaerenses, aunque reclamó que sea organizado por universidades nacionales y no por empresas privadas.
"Hay que discutir las cosas que le interesan a la sociedad. Esas discusiones de políticos en sets de televisión hablando de bueyes perdidos o de internas", están alejadas "de lo que la sociedad está demandando".

(Télam)