El ataque de Estados Unidos a Siria divide a las potencias mundiales
Líderes mundiales apoyaron este viernes a Estados Unidos tras su ataque misilístico contra una base aérea siria en respuesta al supuesto bombardeo con armas químicas ocurrido esta semana en Siria, pero Rusia condenó la "agresión" y suspendió su coordinación con la aviación militar de Washington en el espacio aéreo sirio.
El bombardeo de anoche, el primer ataque deliberado de Estados Unidos contra fuerzas del presidente sirio, Bashar Al Assad, fue rechazado por Rusia, Irán y China, pero respaldado por la oposición política y armada siria, que expresaron su deseo de que marque un quiebre en más de seis años de guerra arrasadora.
El ataque también constituyó la acción militar de mayor envergadura y perfil ordenada por el presidente Donald Trump desde su llegada a la Casa Blanca, hace menos de tres meses, y arrastra aún más a Estados Unidos a un conflicto tan complejo como devastador. El gobierno del ex presidente demócrata Barack Obama amenazó con un ataque militar de Estados Unidos contra Al Assad luego de un bombardeo con armas químicas ocurrido cerca de Damasco en 2013, pero que luego no lanzó porque Siria aceptó entregar sus reservas de armas químicas para ser destruidas.
Trump, que llegó al poder con elogios al presidente ruso, Vladimir Putin, originalmente había dicho que el rol de su país en Siria se reduciría al combate contra el grupo Estado Islámico (EI), pero esta semana dijo que el supuesto nuevo ataque con armas químicas en suelo sirio había cambiado su parecer sobre la guerra. Anoche, tras anunciar el ataque contra Siria, el mandatario republicano llamó a "todas las naciones civilizadas" a sumarse a su país en el esfuerzo por culminar con la masacre en Siria, donde ya han muerto cientos de miles de personas y 12 millones más han quedado como refugiadas o desplazadas desde marzo de 2011.
El Pentágono dijo que 59 misiles Tomahawk fueron disparados anoche contra la base aérea de Shayrat, una pequeña instalación con dos pistas de aterrizaje de donde salen aviones sirios para bombardear objetivos en el norte y el centro de Siria y de donde, según Washington, se lanzó el ataque con armas químicas.
Los misiles hicieron impacto a las 3.45 hora de Siria (las 21.45 de ayer en Argentina), alcanzando las pistas de la base, sus hangares, la torre de control y zonas de depósito de municiones, dijeron fuentes militares y funcionarios estadounidenses. Los misiles fueron lanzados desde dos barcos de guerra en el Mediterráneo, en represalia por el supuesto ataque con armas químicas de esta semana en la norteña localidad siria de Khan Shaykhun, en la provincia de Idleb, controlada en su mayor parte por la filial siria de la red islamista radical Al Qaeda.
Estados Unidos, la oposición siria y sus aliados acusan a Siria del ataque, pero Damasco y Rusia, su principal aliado, lo negaron e insinuaron que las sustancias tóxicas podrían haberse esparcido por el aire tras un bombardeo de la aviación siria a un depósito de armas químicas de los rebeldes cerca de Khan Shaykhun.
La Organización Mundial para la Salud (OMS), dependiente de la ONU, afirmó hoy que pudo comprobar in situ que 84 personas, entre ellas 27 chicos, murieron y otras 346 resultaron heridas en el ataque en Khan Shaykhun. La organización sanitaria aclaró que no tuvo "absolutamente ningún papel en las autopsias efectuadas por expertos forenses turcos, ni ha tomado muestras o participado en análisis". No obstante, la OMS indicó al día siguiente del ataque que los síntomas de las víctimas reforzaban la posibilidad de un ataque químico por la aparente falta de heridas externas de un grupo de casos mostrando la aparición rápida de los mismos efectos, incluyendo incapacidad de respirar como la principal causa de muerte.
La oficina de Al Assad calificó los ataques estadounidenses de "imprudentes" e "irresponsables". El Ejército sirio, que condenó la "agresión" estadounidense, informó que seis soldados murieron y otros nueve resultaron heridos en el ataque, mientras que la ONG pro oposición siria cifró los militares muertos en siete, incluyendo un general.
La agencia de noticias estatal siria SANA afirmó que nueve civiles, entre ellos cuatro chicos, murieron por los bombardeos norteamericanos en varios pueblos cercanos a la base de Shayrat, en la provincia central siria de Homs. El Kremlin dijo que el presidente Putin cree que el ataque estadounidense es "una agresión contra un estado soberano en violación de la ley internacional". El vocero Dimitry Peskov añadió que Putin considera que el bombardeo ordenado por Trump fue lanzado bajo un "pretexto inventado". "La medida de Washington asesta un golpe importante a las relaciones ruso-estadounidenses, que ya estaban en un estado deplorable", añadió el portavoz de Putin.
La Cancillería rusa dijo que ordenó suspender un memorándum con Washington, que fue firmado luego de que Rusia comenzara su campaña de ataques aéreos en apoyo a Al Assad, en septiembre de 2015, bajo el cual ambos países intercambiaban información sobre sus vuelos militares en Siria.
El Kremlin luego buscó minimizar el ataque, y dijo que sólo 23 de 59 misiles impactaron en la base aérea, destruyendo seis aviones de guerra sirios pero dejando intacta la pista. Moscú también informó que había sido informado con anticipación por Washington del ataque.
El Pentágono salió al cruce de las versiones del Kremlin sobre la efectividad del ataque y dijo que 58 de los 59 misiles impactaron en los blancos elegidos.
Desde Beijing, una vocera de la Cancillería china, Hua Chunying, dijo que su país se opone al uso de la fuerza para resolver los conflictos aunque reiteró su rechazo al uso de armas químicas.
Una coalición liderada por Estados Unidos ha estado bombardeando objetivos del EI en Siria e Irak desde 2014, mientras que Rusia ha atacado tanto a los yihadistas como a grupos rebeldes sirios apoyados por Estados Unidos y otros países.
Arabia Saudita y Turquía, que apoyan a la oposición armada siria, dieron la bienvenida al ataque, y Riad incluso elogió la "valiente decisión" de Trump.
Irán, una aliado de Al Assad que ha enviado soldados a Siria a combatir del lado del Ejército, habló de una acción unilateral "peligrosa" que "envalentonará a los terroristas" y complicará aún más el conflicto.
El canciller turco, Mevlut Cavusoglu, dijo que el gobierno de Al Assad "debe ser removido del poder en Siria cuanto antes, y la mejor forma de hacerlo es comenzando un proceso de transición".
El Reino Unido dijo que había sido informado del ataque con anticipación y que lo apoya firmemente. En un comunicado, la oficina de la primera ministra británica, Theresa May, dijo que se trató de "una respuesta apropiada al ataque químico barbárico lanzado por el régimen sirio, y que busca disuadir nuevos ataques" con sustancias tóxicas.
Los gobernantes de Alemania, Francia e Italia también respaldaron el bombardeo.
La Coalición Nacional Siria, la principal alianza de grupos opositores sirios en el exilio, llamó a Washington a lanzar más ataques para "neutralizar" el poder de fuego aéreo del gobierno sirio. "Esperamos que haya más ataques, y que estos sean sólo el comienzo", dijo el vocero de la Coalición Nacional, Ahmad Ramadan.
La oposición armada siria ha sufrido serios reveses en los últimos años a manos de las fuerzas de Al Assad, lo que permitió al gobierno recuperar gran parte del territorio que antes estaba controlado por los insurgentes. Los avances del Ejército sirio se debieron en gran medida a la intervención militar de Rusia, que además ha usado su poder de veto en el Consejo de Seguridad de la ONU para vetar varias resoluciones que buscaban condenar o sancionar al gobierno sirio.