Fisherton Plaza ganó en el Concejo pero dejó cuentas pendientes
El permiso para la ampliación del paseo comercial recibió fuertes críticas por el deficiente tratamiento sobre sus residuos cloacales, que siguen en la mira de la Justicia. La oposición reprochó que la empresa presionó para agilizar el debate y el Ejecutivo dio el brazo a torcer
La autorización a obras de ampliación que el Concejo municipal le otorgó este jueves al Fisherton Plaza Open Mall dejó polvareda en el Palacio Vasallo, y vehementes críticas al criterio de oficialistas y aliados en dar esa luz verde. Es que los que se oponen no dejan de marcar que la empresa responsable, Rusitano SA, todavía debe adecuar la disposición de sus residuos cloacales, que hasta ahora se filtran hacia las napas subterráneas y al arroyo Ludueña, con el obvio resultado contaminante.
Otro de los cuestionamientos tiene que ver con los argumentos que presentó la empresa para el avance del tratamiento. Tanto durante las discusiones en Comisión como en la sesión del jueves, referentes del oficialismo sostuvieron que de no aprobarse el expediente, la empresa responsable perdería el acceso a un crédito para la inversión.
El bloque Ciudad Futura fue de los pocos en oponerse al favor del oficialismo a la empresa. “No estamos en contra del emprendimiento, pero sí que éste funcione sin un certificado de aptitud ambiental que otorga la provincia y con una habilitación precaria, que prevé la conexión a la red cloacal, porque no tiene las condiciones para el tratamiento de los afluentes cloacales, ni la infraestructura para su desagote”, sostuvo la concejala Luz Ferradas, de ese espacio político.
El paseo comercial, enclavado frente al aeropuerto Islas Malvinas, inauguró en 2015 sin las condiciones sanitarias necesarias para un emprendimiento de su envergadura. La firma desarrolladora cavó un pozo ciego para luego extraer la materia fecal con camiones atmosféricos, lo que contaminó las napas y el arroyo. El fallo que avanza por vía administrativa prueba la contaminación y le exige acciones de reparación a la empresa que todavía no están regularizadas.
“Este es un mal que se le está haciendo sobre todo a los rosarinos y rosarinas. Antes de darle más permisos, tenemos que solucionar el tema de los desechos que se están arrojando al arroyo. Además, es una hipocresía que muchas y muchos concejales que se embanderan en la lucha por los humedales, tengan pedidos de informes sobre la contaminación y aún así dan nuevos indicadores a un grupo empresario para que agrande su negocio, aunque esté probado que contamina”, recriminó la edila.
Otra de las concejalas que salió al cruce fue Norma López, del bloque justicialista, quien puso énfasis en los argumentos que esgrimió el oficialismo para agilizar el tratamiento. "El Intendente empujándonos a las concejalas y concejales de Rosario a aprobar este expediente, porque de eso depende que un grupo empresario consiga o no un crédito, es un papelón, deslizó en twitter.
En ese sentido, agregó: "Estamos hablando de una empresa que desde el 2015 no ha sido auditada ni por el Municipio ni por la provincia y que vuelca sus desechos al arroyo Ludueña. ¿Ellos se manejaron mal durante 8 años y nosotros ahora se lo tenemos que solucionar porque si no pierden un crédito?".
En la misma sesión en la que se aprobaron los nuevos permisos, también se aprobó un proyecto del bloque Ciudad Futura que solicita al Ejecutivo Municipal que se instruya al Tribunal Municipal de Faltas a establecer las sanciones administrativas que resulten pertinentes a “Fisherton Plaza Open Mall”, a raíz de las infracciones ambientales constatadas en la sentencia dictada en autos “Fiscalía Extrapenal contra Rusitano S.A. sobre amparo”, CUIJ 21-02954378-7 por parte del Juzg. 1ra. Inst. Civil y Comercial 7ma. Nominación de Rosario.