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La lider de la Tupac Amaru, Milagro Sala, fue condenada este miércoles a la pena de tres años de prisión en suspenso en la causa por el "escrache" al actual gobernador de Jujuy, Gerardo Morales. Los jueces la encontraron culpable de daño agravado como instigadora en el incidente que se dio en el año 2009. Sin embargo, fue sobreseída de la acusación de amenazas por el mismo hecho.

En ese caso, los jueces entendieron que estaba "extinguida la acción penal por prescripción" y en consecuencia la sobreseyeron definitivamente.

También fueron condenados los cooperativistas Graciela López y Ramón Salvatierra, a tres y dos años prisión respectivamente, por hallarlos coautores materiales de daños agravados.

Así lo definió el Tribunal Federal de Jujuy, en la audiencia que se realizó este miércoles por la tarde. Desde la defensa de la dirigente social anticiparon que apelarán el fallo.

Si bien los jueces dejaron en suspenso el cumplimiento de la condena, los representantes del Ministerio Público Fiscal y los abogados defensores solicitaron que sea de cumplimiento condicional.

La lectura integral de la sentencia está prevista para el próximo 3 febrero, fecha en la que las partes conocerán los fundamentos de las resoluciones vertidas por los jueces, Mario Juárez Almaraz (presidente), María Alejandra Cataldi y Fernando Díaz.

En su último alegato de defensa antes de la lectura del fallo, Sala le pidió a los jueces que "dicten lo justo, no se dejen apretar por Morales". También afirmó que "nosotros no robamos nada, recuperamos el trabajo, eso lo aprendí de todos los compañeros". 

"Lo que hicimos fue volver a instalar la cultura del trabajo después de la década del '90, después del 2001, cuando nos querían conformar con un plan trabajar", aseguró Sala y siguió: "Volvimos a inculcar también que había que construir nuestra propia vivienda, nuestro propio futuro y que no había que pensar en comer hoy, sino que había que pensar en comer hoy, mañana y pasado".

"Siento mucho dolor por la injusticia que estamos viviendo porque no hemos robado nada, hemos trabajado y hemos dignificado a miles de compañeros" aseguró y sostuvo: "Ese fue nuestro pecado. Sólo queríamos igualdad en un país rico como éste". Por último, remarcó: "Dignificar a los que menos tienen significó que hoy esté sentada en este sillón".