Este miércoles transcurrió la segunda jornada del paro nacional de los trabajadores aceiteros, con un fuerte acatamiento e impacto.

A lo largo de esta jornada de medida de fuerza, unos 10 mil camiones se encontraban varados sin poder descargar los granos que transportaban en las plantas productoras paralizadas y en los principales puertos de exportación.

Esto se reflejó en kilométricas filas de vehículos a lo largo de las distintas rutas, como así también sucedió con unos veinte barcos que se encontraban a la espera de poder cargar en las terminales.

El paro fue convocado por el Sindicato de Obreros y Empleados Aceiteros (SOEA) del Departamento San Lorenzo y la Federación de Trabajadores del Complejo Industrial Oleaginoso, Desmotadores de Algodón y Afines de la República Argentina (FTCIODyARA), a raíz de la decisión de las cámaras empresarias (CIARA, CIAVEC y CARBIO) de no presentar una nueva propuesta de aumento salarial.

“Las cámaras patronales y las empresas que las componen tomaron la decisión de hacer pagar a las trabajadoras y trabajadores aceiteros por la devaluación que le vienen pidiendo al gobierno nacional. Por eso, se negaron a presentar una propuesta de aumento salarial que permita satisfacer las 9 necesidades que establece la Ley de Contrato de Trabajo y la Constitución Nacional como Salario Mínimo Vital y Móvil: alimentación adecuada, vivienda digna, educación, vestuario, asistencia sanitaria, transporte y esparcimiento, vacaciones y previsión”, señalaron en un fuerte comunicado publicado este miércoles.

Así también, revelaron que los representantes patronales les dijeron a los trabajadores aceiteros que su “salario es elevado” ya que “-en el fondo- quieren que el mismo se siga destruyendo hasta que solo alcance para cubrir la alimentación de uno y de su familia”.

“Esta huelga comenzó después de tres semanas de reuniones en las que no hicieron otra cosa que dilatar el diálogo porque ellos tienen tiempo, no tienen problemas. Nosotros no tenemos tiempo. Al igual que el resto de las y los trabajadores vemos cómo el salario cada vez alcanza para menos y no queremos perder lo que conquistamos con años de lucha. Llegamos a esta huelga porque las patronales presentaron una propuesta que es una provocación. Nuestra huelga, que es una medida legítima de acción sindical, se cumple porque las y los aceiteros no van a trabajar y las empresas son las únicas responsables por las situaciones que puedan generarse con las filas de camiones que se estacionan a la vera de las rutas”, continuaron.

Según trascendió desde las cámaras empresarias, el paro de actividades representa un costo mayor al millón de dólares por día.

En ese sentido, desde CIARA-CEC (Cámara de la Industria Aceitera y el Centro Exportadores de Cereales) consideraron que la industria "ya hizo un gran esfuerzo" y revelaron que el aumento ofrecido es del 12% en agosto y otro 5% en septiembre.