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El gobierno de Ecuador le suspendió los sistemas que habilitan comunicarse con el exterior a Julian Assange desde la embajada ecuatoriana en Londres, donde se refugia desde 2012, tras opinar sobre la detención de Carles Puigdemont y sobre la expulsión de diplomáticos rusos.

La sanción fue ejecutada tras el incumplimiento del compromiso asumido por Assange a fines de 2017 de no emitir mensajes que supongan una injerencia en relación con otros Estados. 

"El comportamiento del fundador de Wikileaks, con sus mensajes en redes sociales, pone en riesgo las buenas relaciones que el país mantiene con el Reino Unido y otros países", aseguró el Ministerio de Relaciones Exteriores y Movilidad Humana ecuatoriano en un comunicado publicado en su página web.

"Por todo ello, para prevenir potenciales perjuicios, la embajada en Londres interrumpió este 27 de marzo las comunicaciones al exterior a las que tiene acceso Assange", agregó la cartera.

La ministra de Relaciones Exteriores de Ecuador, María Fernanda Espinosa, se refirió a la decisión y explicó que Assange "no cumplió un acuerdo que él mismo firmó de silencio y de no intervención en temas internos de otros Estados".

"Violó el compromiso, por lo que hemos procedido a cortarle el acceso a las comunicaciones", agregó Espinosa en un acto público, según consignó la agencia de noticias EFE.

Tras sucesivas peticiones por parte de la Cancillería, la decisión fue tomada luego de que Assange volvió a manifestarse la última semana sobre dos cuestiones políticas que colmaron el vaso de la paciencia ecuatoriana.

El primer tema que despertó el enojo del gobierno ecuatoriano fue la comparación que hizo de la detención del dirigente independentista catalán Carles Puigdemont, el pasado domingo en Alemania, con la de Lluís Companys por la Gestapo en 1940, para su posterior extradición a España y fusilamiento por el régimen franquista. Entre otras cosas, el periodista australiano tuiteó que "Alemania tiene su primer preso político". 

Esta misma semana, el activista también criticó por Twitter la decisión del gobierno británico de expulsar a diplomáticos de Moscú en respuesta al envenenamiento del doble espía ruso Serguéi Skripal. "A pesar de que es razonable que Theresa May (primera ministra británica) piense que el Estado ruso es el primer sospechoso, hasta ahora las pruebas son circunstanciales", sostuvo el activista sobre el hecho, cometido en territorio británico.

Assange se encuentra refugiado en la embajada de Ecuador en Reino Unido desde 2012 en protección por la posibilidad de que sea extraditado a Estados Unidos por la revelación de Wikileaks de documentos secretos de ese país sobre las guerras en Irak y Afganistán. 

En un intento por desbloquear la situación y que Assange pudiera salir de su encierro, el Ejecutivo ecuatoriano le concedió el pasado diciembre la nacionalidad ecuatoriana y pidió para él estatus diplomático, pero el gobierno del Reino Unido se lo negó.

Assange, cuya salud es precaria tras más de cinco años de cautiverio, rechaza salir de la embajada sin garantías porque cree que, si es detenido, afrontaría una posible extradición a Estados unidos, que lo busca por las revelaciones de su portal.