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Brasil suspendió el ingreso de peras y manzanas desde la Argentina por la aparición de frutas con señales de la plaga Carpocapsa en nueve cargamentos y despertó la ira de los productores de frutas que afirmaron que la restricción "no tiene una sola explicación".

"La carpocapsa existe pero en el fondo está la decisión política de proteger al productor brasilero, porque ante todo ésta fue una decisión política", indicó el presidente de la Federación de Productores de Fruta de Río Negro y Neuquén, Sebastián Hernández.

La última crisis que sufrió el sector frutícola de Río Negro -uno de los mayores productores del país- fue producto de una decisión similar de Brasil en 2015, que derivó en numerosos reclamos y hasta cortes de rutas y puentes por parte de los productores. "La situación no es muy distinta, nosotros tenemos problemas graves y Brasil quiere proteger a sus productores, la esencia del conflicto es la misma", comentó el productor, en relación al conflicto de hace cuatro años.

"Hace años que no hay planes importantes destinados a los productores que padecen la falta de recursos, pero también está la cuestión de lo que quiere Brasil, ellos están en su derecho de proteger a sus productores y yo lo entiendo, pero nosotros tenemos nuestros propios problemas", señaló Hernández, en diálogo con Télam.

El negocio de la exportación de peras y manzanas mueve en el Alto Valle de Río Negro y Neuquén alrededor de $15.000 millones pero la cifra podría superar los $20.000 millones si se cuenta el mercado intento. 

El mercado interno tampoco goza de buena salud, puesto que en los últimos 10 años el consumo en el país cayó de los 9,5 kilos por persona por año a los actuales 6,5 kilos.

En la misma década, la Argentina ha perdido espacios en algunos de los principales mercados internacionales a manos de países, como Sudáfrica, Nueva Zelanda y Chile, que lograron penetrar con nuevas variedades e industrializar buena parte del proceso abaratando costos, indican informes elaborados por la propia Secretaría de Fruticultura de Río Negro y por agentes comercializadores de firmas exportadoras a los que tuvo acceso esta agencia.

Solo en 2017, Chile colocó en el país alrededor de 6 mil toneladas de manzanas de acuerdo a cifras de la consultora Gabinete MAG.

En cuanto a la plaga, el secretario de Fruticultura de Río Negro, Carlos Banacloy, indicó a Télam que "estamos trabajando, reunidos y funcionarios de Senasa de Nación ya se encuentran en Brasil" para analizar la cuestión.

El Departamento de Sanidad Vegetal y Consumos Agrícolas de Brasil (ABPM) había decidido suspender el ingreso de los camiones con fruta provenientes del Alto Valle de Río Negro y Neuquén debido a las detecciones de la posible presencia de la plaga en los controles sanitarios.

En una comunicación formal, aparecida en el Boletín Oficial brasileño, el presidente de la ABPM Carlos Goulart, indicó que "se resuelve suspender el plan de trabajo que implementó el sistema integrado para el decrecimiento del riesgo asociado a la plaga de Cydia pomonella para la importación de las frutas frescas de pera (pyrus spp), manzana (malis spp) y menbrillos (Cydonia de forma oblonga) procedentes de la República Argentina vigente desde noviembre de 2015".

La carpocapsa (Cydia pomonella), también conocida como gusano o polilla de la pera y la manzana, es un insecto que se ha convertido en la principal plaga del los manzanos, perales, nogales y membrilleros porque produce daños irreversibles sobre la fruta debido a que las larvas se alimentan en el interior de los frutos e incluso alcanza a las semillas.

Productores del sector explicaron que cada año se exportan alrededor de 120.000 toneladas de peras y manzanas a Brasil por unos 150 millones dólares desde toda la región de la norpatagonia.

Empresarios locales detallaron que desde hacía meses Brasil rechazaba los camiones con cargamentos en la frontera por presentar Carpocapsa. 

Entre enero y febrero de este año, la autoridades sanitarias de Brasil impidieron el ingreso a su país de nueve camiones con una carga de cerca de 200 toneladas de peras y manzanas, informaron fuentes de la industria. 

El propio Goulart había advertido públicamente en febrero que la situación era "muy preocupante".