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El cuidado del medioambiente se ha transformado en los últimos tiempos en uno de los temas prioritarios de agenda. Cada vez son más las instituciones, públicas y privadas, que se suman a pequeñas acciones para poder contribuir con una problemática que afecta a todo el planeta. 

En esta ocasión, desde la Legislatura santafesina proponen reemplazar el papel blanco de siempre por el reciclado para todas las actividades del Estado. 

La iniciativa es impulsada por el diputado Fabián Palo Oliver (UCR-NEO-FPCyS) y direcciona la adquisición de papel, por parte del Estado provincial, hacia la modalidad de papel reciclado.

En la misma se establece que a partir de su entrada en vigencia los tres poderes y los organismos descentralizados deberán priorizar la adquisición de papel reciclado para realizar las tareas que requieran su uso, para lo cual debe ajustar a tal fin los llamados a licitación o concursos de precios.

El proyecto deja a salvo las contrataciones vigentes y los derechos adquiridos al disponer que dicho reemplazo se llevará adelante una vez cumplidos los compromisos contraídos con los proveedores.

El papel reciclado es aquel que se obtiene, mediante un proceso de recuperación, de fibras y papeles ya utilizados. No sólo evita la tala de árboles sino también implica el ahorro de energía y agua en el proceso de producción. Esto resulta de vital importancia para el medio ambiente, por lo que el Estado debe asumir una actitud de promoción hacia la actividad del reciclado y el legislador ve en este proyecto una forma contundente de hacerlo.

En tal sentido Palo Oliver menciona: “Entre las ventajas ambientales del reciclado de papel, podemos destacar el ahorro de 140 litros de petróleo, de 50.000 litros de agua y la emisión de 900 kilos de dióxido de carbono (uno de los principales gases de efecto invernadero causante del cambio climático) por cada tonelada de papel que se obtiene mediante el proceso de reciclado. Asimismo, se evita la tala de 18 árboles para la obtención de los 3.300 kg de madera que se requiere para la fabricación de 1.000 kg de papel de calidad superior”.

Por último, remarca: “De esta manera el Estado Provincial otorgaría preeminencia a aquellas empresas que destinan recursos a reciclar papel obteniendo el mismo de otro ya utilizado, evitando la tala de árboles y el consumo de la energía ya descripta, legitimando esta tarea de privados que no descuidan el aspecto comercial pero, paralelamente, apuestan a la producción mediante el aprovechamiento de papel ya usado”.