Theresa May hace malabares para amortiguar la salida británica de la UE
A 58 días de que el Reino Unido abandone la Unión Europea (UE), la primera ministra británica, Theresa May, se prepara para regresar a Bruselas a intentar renegociar una alternativa a la salvaguarda irlandesa a pesar de las complicaciones que se le avecinan tras el escenario planteado por Bruselas, que descartó esa posibilidad.
El Parlamento aprobó el martes una enmienda que urge al gobierno pactar una solución alternativa a la controvertida salvaguarda para evitar una frontera entre las dos Irlandas. Pero el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, anunció que la UE no estaba preparada para reabrir el acuerdo.
"El acuerdo de salida es, y sigue siendo, la mejor y única manera de garantizar una salida ordenada del Reino Unido de la Unión Europea", dijo un vocero de Tusk apenas terminada la votación en el Parlamento británico.
La líder británica tiene ahora un plazo de dos semanas para encontrar una alternativa al problema de la frontera para no perjudicar el proceso de paz, el principal obstáculo al que se enfrenta el gobierno antes de abandonar la UE, el 29 de marzo. En ese sentido, el ministro británico del Brexit, Stephen Barclay, dijo que el Reino Unido está buscando opciones alternativas, aunque, en declaraciones a un programa de radio de la BBC, no pudo decir cuáles.
Por su parte, el ministro de Relaciones Exteriores irlandés, Simon Coveney, dijo que la votación de ayer en Londres a favor de soluciones alternativas al denominado Backstop fue "decepcionante". Tanto Coveney como primer ministro irlandés, Leo Varadkar, dijeron que han pasado dos años buscando alternativas y no encontraron ninguna que funcione.
Mientras tanto, la líder británica, en la sesión semanal de preguntas del Parlamento, instó este miércoles a los diputados a centrarse en apoyar un acuerdo ya que habían votado ayer una enmienda que rechazaba abandonar la UE sin acuerdo. May se reunirá más tarde con el líder del Partido Laborista, Jeremy Corbyn, para hablar sobre el Brexit, dos semanas después de que el opositor rechazó las invitaciones de la líder conservadora.