Mientras millones de kilos de alimentos se mantenían retenidos y pudriéndose en depósitos, en los comedores y merenderos del país la situación es crítica y las respuestas nulas. Al mismo tiempo que la comida no llega a los espacios, cada vez son más personas las que se ven obligadas a acercarse a estos lugares para poder alimentarse o a sus familias.

Uno de estos casos es el de la ONG Centro de Desarrollo Infantil y Promoción Familiar (CeDIPF), ubicado en el barrio La Sexta (Pasaje Puerto Belgrano al 146 bis), que se encuentra en una situación de urgencia y desde el Ministerio de Capital Humano ni siquiera les contestan el teléfono.

Actualmente, al jardín  asisten unos 32 chicos por la mañana y casi 40 por la tarde, que reciben un almuerzo y un desayuno o merienda, según el turno. Además del comedor, allí funciona un espacio de primera infancia, donde trabajan con niños y niñas de uno a tres años.

A principios de febrero, desde Capital Humano difundieron un mail para que los comedores que necesitaban ayuda alimentaria se inscriban. No obstante, a pesar de haber enviado toda la documentación requerida dos veces, desde el Ministerio tienen cortadas todas las vías de comunicación.

Soledad Pérez Mazza, integrante de CeDIPF, contó en diálogo con la Sí 98.9 que desde el primer momento en que enviaron todo lo requerido no obtuvieron respuesta, hasta que se volvieron a comunicar pero para avisarles que debían mandar todo de nuevo porque habían cambiado los equipos.

“Eso volvimos a hacer, y ahora directamente no atienden el teléfono. Hasta no sabemos si nos bloquearon de WhatsApp, pero tampoco reciben los mensajes. Así que estamos esperando”, señaló Pérez Mazza.

Situación urgente

Mientras no reciben ningún tipo de respuesta, la situación se torna cada vez más crítica. Y es que no solamente se trata de los casi 100 chicos con los que trabajan diariamente, sino que también acompañan y brindan ayuda a las familias que se acercan, por lo que se habla de una “situación de urgencia”.

Si bien en el caso del CeDIPF no detectan puntualmente un aumento en el número de personas que se acercan a pedir ayuda, sí han notado un fuerte incremento en la frecuencia con la que la ayuda es solicitada y una mayor necesidad en ese pedido.

“Hay veces que viene una familia y te dice ‘no tenemos una heladera’, y bueno, gestionamos a ver si se puede conseguir alguna heladera, alguna donación. O nos dicen ‘No tenemos leche’, o ‘Me dejaron de dar la leche para el nene porque cumple seis meses’, y nosotros gestionamos. Las chicas que están en la gestión están todo el día levantando el teléfono llamando a uno, llamando al otro, para ver de qué manera resolver esta cuestión, porque la situación de urgencia es ahora. No se puede esperar a que alguien más lo resuelva. Hay que resolverlo ya, de inmediato”, relató la integrante de la ONG.

Sin la ayuda alimentaria de Nación, actualmente el CeDIPF solamente funciona con la comida que consiguen del Banco de Alimentos Rosario (BAR), por la que deben pagar una cuota para recibir una determinada cantidad de mercadería.

A su vez, destacan que “si no fuese por la Universidad Nacional de Rosario” el espacio “no podría estar funcionando”, ya que “es la que sostiene los salarios, por ejemplo, de todas las personas que trabajan acá”, pero que esa ayuda “no alcanza para comprar la comida y no alcanza para el funcionamiento”.

Desde la ONG organizan peñas, ventas de rifas, ventas de platos y hasta tienen un Cafecito para poder recibir donaciones, como forma de arreglárselas como pueden ante la desidia de los que deberían garantizar una justa distribución de alimentos a los más necesitados.

Incluso, Pérez Mazza contó que muchas veces deben realizar trueques con otras organizaciones para poder funcionar y para poder garantizar una correcta alimentación a los niños.

“Muchas veces tenemos que hacer algún tipo de trueque, porque también lo que hablamos es que nosotros podemos garantizar la comida, pero ¿cuál es la calidad de esa comida que también se garantiza? Porque una cosa es que todos los días comamos fideos, y otra cosa es que podamos variar un poco esta alimentación, porque la realidad es que comer fideos todos los días tampoco es saludable, por más que la panza esté llena. Entonces, también es esa búsqueda. Entonces a veces hacemos trueque con otra organización social, de decir, bueno, yo tengo un montón de fideos y ellos tienen papa, entonces cambiamos. Recibimos donaciones también de algunas familias, muchas personas que nos conocen a los adultos y a las adultas que trabajamos acá, también abrimos un Cafecito para juntar algo de dinero, todo para poder sostener ese espacio y poder comprar, por ejemplo, frutas”, describió.

Así también, aseguraron que si bien han tenido contacto con la Provincia, también es “medio difícil llegar a que se concrete” una ayuda, porque “mandás un mensaje, te mandan a hablar con uno, después te mandan a hablar con otro, y cuando llegaste al tercero ya se perdió y tienen que volver a empezar”.

El Centro de Desarrollo Infantil y Promoción Familiar se ubica en el Pasaje Puerto Belgrano 146 Bis, “para los que conocen la zona, por Riobamba, en la salida de la Siberia, donde están todas las paradas de colectivos, hay una plaza, y nosotros estamos ahí cerquita de la plaza en el pasaje”.

Para comunicarse con ellos y ayudar de la forma en que se pueda, se pueden comunicar a través de las redes sociales @cedipf.

NADIE ES PERFECTO - Soledad Perez Mazza de CEDIPF by Sí 989