Un hombre de 50 años murió acribillado a balazos este jueves al atardecer, en Villa Gobernador Gálvez. Ocho balazos a quemarropa terminaron con la vida de Jorge Luis Muñoz, cerca de su casa, en el oeste de esa ciudad, a un par de cuadras del arroyo Saladillo y de la autopista Aramburu.

Al parecer, desde una moto con dos hombres a bordo partieron los disparos y sorprendieron a Muñoz en plena calle. Eran las 6 y media de la tarde. Un familiar cargó el cuerpo herido de muerte y lo llevó al hospital Gamen, de VGG, pero una hora más tarde Muñoz expiró por la gravedad de una herida en el pecho.

La policía en la escena del crimen fue objeto de la hostilidad de vecinos y familiares de la víctima. Incluso, los agentes no pudieron evitar que esas personas baldearan y limpiaran la sangre que quedó sobre la calle, en lo que se supone que debía preservarse para el estudio forense. Sí pudieron recoger 8 vainas servidas de los balazos disparados.

Luego en el hospital hubo más disturbios cuando arribaron familiares de Muñoz y descargaron su enojo y dolor contra el personal médico y las instalaciones del efector de salud.

Fue el segundo asesinato de la semana que ocurrió en VGG. El martes a la noche había sido el turno de Giuliano Granata, de 18 años, ejecutado a sangre fría con balazos mientras estaba con su bicicleta en Mármol y Rafael Obligado.