Ataques contra escuelas: docentes cambiaron sus rutinas por miedo
Un relevamiento del sindicato de docentes del nivel privado de enseñanza expone cuán generalizado está el flagelo de los ataques mafiosos que hacen blanco en establecimientos escolares.
En el marco de la escalada de hechos de violencia contra instituciones del ámbito educativo, la mayoría de los docentes de escuelas privadas cambiaron sus rutinas de desplazamiento. Los datos surgen de un relevamiento realizado por Sadop Rosario luego de la reunión con los ministerios de Trabajo y Seguridad, y del que participaron 544 docentes.
“La consulta nos permite trabajar en un mapa certero de inseguridad y de hechos, porque pasamos de un plano de suposiciones a uno certezas dado que las respuestas son de docentes de todas zonas de Rosario”, afirmó Martin Lucero, secretario general de Sadop Rosario.
El mapeo da cuenta que por fuera de los hechos de inseguridad que tienen repercusión, un 53% conoce hechos de balaceras o de violencia con armas de fuego contra escuelas y que no fueron públicos. Otro dato significativo es que un 88% de los encuestas sabe de docentes y alumnos amenazas y robados en las cercanías de la escuela.
“Previo al relevamiento sabíamos que en la zona del centro que incluye colegios privados como Cristo Rey, La Salle, Huerto y Bicecci, sucedían hechos de robó al ingreso o salida de las escuelas. Hoy podemos decir que esta modalidad se repite en toda la ciudad porque además la mitad de los docentes habla de hechos que sucedieron próximos a la propia escuela”, afirmó Lucero.
Y si bien la inseguridad está instalada en el temor social, el 68% manifestó tener miedo al momento de ir a trabajar y el 58% cambió sus rutinas de movilidad para llegar al colegio por temor a situaciones de inseguridad. A su vez un 84% innovó, por temor, en los modos de llevar sus pertenencias y elementos de trabajo.
En este contexto y como consecuencia del temor, un 67% considera que la escuela debe cambiar algunas prácticas cotidianas y dentro de ellas, la mayoría considera que se deben trabajar protocolos de evacuación, rever los horarios de ingreso y egreso y de manera minoritaria dejar de dar clases en aulas cuyas ventanas dan a la calle.
“Un indicador de buen funcionamiento del programa "Te acompaño" seria que los indicadores mejoren. Hay que trabajar comunitariamente para eso. Son nuestras hijas e hijos junto con sus docentes quienes están en las escuelas, que tienen que ser un lugar de paz”, concluyó Lucero.
Nota con Lucero: