Uno de los rugbiers condenados por el crimen de Fernando Báez Sosa rompió el pacto de silencio que mantuvieron entre todos desde el momento del homicidio hasta este miércoles.

Se trata de Matías Benicelli, quien apuntó contra el abogado que tuvieron todos los acusados, Hugo Tomei, acusándolo de “irregularidades en la defensa” y de “persuadir la misma para beneficiar a otros coimputados”.

Pocas semanas atrás, se ratificaron las condenas a prisión perpetua para él y otros cuatro acusados (Máximo Thomsen, Enzo Comelli, Ciro Pertossi y Luciano Pertossi) y las de 15 años para Ayrton Violaz, Blas Cinali y Lucas Pertossi, considerados como partícipes secundarios.

En ese momento, tanto Benicelli como Thomsen decidieron cambiar de abogado, como así también un tercero cuya identidad aún no trascendió. El primero de ellos fue con Carlos Attías, mientras que el segundo lo hizo con Francisco Oneto.

Fue Attías, precisamente, quien escribió las denuncias contra Tomei y las planteó ante el Tribunal de Casación Penal, con la intención de “recurrir al fallo” solicitando el “recurso de inaplicabilidad y nulidad de la sentencia recurrida”.

A su vez, Benicelli señaló también que ni él ni su familia le pagaron honorarios a Tomei, y que fueron “persuadidos de designarlo para la defensa técnica a fin de no entorpecer la defensa de otros coimputados”.  

Ante eso, sugirió la estrategia fue en contra de los deseos de algunos de los rugbiers, quienes pretendían declarar ante el tribunal o a la prensa, y reveló que Tomei les advirtió que al hacerlo entrarían en contradicciones con sus compañeros.

El joven también remarcó que el letrado no informó sobre aspectos cruciales del proceso, como la presencia de manchas de sangre en su ropa, pertenecientes a Báez Sosa, y que no quiso presentar a un testigo clave como Alejo Milanesi, quien en un principio estuvo detendido por el crimen, pero luego fue sobreseído junto a Juan Pedro Guarino.

Milanesi podía haber aportado en su defensa, según indicó Benicell: “Lo propuso para que éste manifestara lo que vio y escuchó de lo sucedido en aquella fatídica noche. Por ser un testigo privilegiado en el lugar, y porque mediante sus declaraciones podría persuadir a los sentenciantes que mi participación no fue determinante en el resultado de la muerte de Fernando Báez Sosa. Quien debía garantizar mi defensa, inexplicablemente desistió del testigo en la misma audiencia. Milanesi podría agravar la situación procesal de los otros co-defendidos”.

Los allegados a este rugbier creen que la representación conjunta terminó perjudicando a varios de los jóvenes, y los padres de Benicelli afirmaron que a su hijo no le informaban sobre algunos aspectos trascendentales del proceso.

Ampliar contenido
Crimen de Báez Sosa: Casación confirmó las condenas para los ‘rugbiers’