Charlie Hebdo, entre amenazas y provocación
La revista fue fundada en 1992. Desde 2006 recibe amenazas por la publicación de las polémicas caricaturas de Mahoma.
La revista humorística francesa, Charlie Hebdo, fue víctima de un atentado que terminó con la vida del director Stephane Charbonnier (Charb) y los dibujantes Jean Cabut (Cabu), Wolinski y Tignous.
El semanario satírico fue fundado en 1992 por el escritor y periodista Francois Cavanna, fallecido el 29 de enero de 2014 a los 90 años. Fue sucedido en el cargo por su discípulo, el dibujante Charb, que continuó con la misma línea editorial.
"Somos una publicación satírica de actualidad que hace su trabajo al hablar de lo que sucede en el mundo. Nadie reprocha a los diarios que hablen del film antiislámico. Nuestra forma de evocar el tema es mediante la caricatura", decía en 2011 Charb, cuando se lo consultaba sobre sus polémicas publicaciones.
En febrero de 2006, sale a la calle el ejemplar número ocho de la revista, donde se reprodujeron 12 caricaturas de Mahoma que habían aparecido en septiembre de 2005 en el periódico danés Jyllands-Posten. La tapa de aquella edición afirmaba: "¡Es duro ser amado por imbéciles!". El promedio de tirada del semanario era de 60.000 ejemplares, aquel número logró una tirada de 400.000 y se agotó rápidamente.
El medio fue denunciado ante la justicia francesa por numerosas organizaciones musulmanas, fue acusado por "injuria pública contra un grupo de personas debido a su religión". Sin embargo, un tribunal de París absolvió a Philippe Val, el por entonces director de Charlie Hebdo. El juez Jean Claude Magendie, a cargo de la cauda, afirmó que las tres caricaturas denunciadas "no constituían una ofensa hacia la comunidad musulmana".
En noviembre del 2011, sede de la revista satírica resultó gravemente dañada por un atentado con un cóctel de bombas molotov, que provocó un incendio y dejó las instalaciones inutilizables. El ataque fue ligado al número de ese momento, rebautizado como Sharia Hebdo, y dedicado al avance islamista en Túnez y Libia. En la portada aparecía un dibujo del profeta Mahoma, sonriente y prometiendo "100 latigazos a quienes no se mueran de risa". El número invitaba a "celebrar la victoria" del partido islamista Ennahda en Túnez y el anuncio por parte del Consejo Nacional de Transición libio de que la sharía sería la principal fuente de la nueva Constitución del país.
Durante el 2014, las ventas de Charlie Hebdo disminuyeros, alcanzando la cifra de 50.000 ejemplares semanales. La publicación no cuenta con publicidad ni accionistas, por lo que Stéphane Charbonnier llamó a sus lectores a salvar la revista mediante una donación de solidaridad.