El ataque terrorista de este martes y miércoles, con explosiones teledirigidas de aparatos de comunicación conocidos como “beepers” y walkie-talkies en El Líbano, dejó por ahora 12 personas fallecidas y más de 4.000 heridas. Varias víctimas eran militantes de Hezbollah, organización musulmana que asumió el ataque como una represalia de Israel por bombardeos previos con drones y cohetes. Sin embargo, el gobierno de Benjamin Netanyahu no se atribuyó el criminal atentado. Y ahora, los especialistas indagan en esta inédita forma de activar un ataque con tantas explosiones en simultáneo y a traición.

Los beepers, o pager en inglés, reventaron a las 15.30 del martes primero, en distintas localidades libanesas, algunos en la cintura de sus dueños en plena calle, otros sobre algún mueble en el interior del hogar. Por eso entre las víctimas también se cuentan niños. Como sea, este ataque dejó al Estado judío en el ojo de la tormenta y a Hezbollah acusando y asumiendo que entre las víctimas hubo miembros de su organización. La tensión, por lo tanto, escaló de manera peligrosa.

Especialistas en seguridad y telecomunicaciones como David Marugán y Román Ramírez, citados por el sitio El Confidencial, o el analista militar Juanjo Fernández, brindaron sus conjeturas al respecto aunque con la debida cautela.

Las imágenes de las explosiones son tan crudas como inesperadas para las víctimas y las personas que estaban cerca. Entre los afectados se cuentan mayormente personas que usan esos comunicadores por sus oficios: médicos, paramédicos, administrativos, y también militantes y combatientes de Hezbollah.

Los analistas dudan de la primera explicación técnica que apareció: un hackeo informático hizo recalentar las pilas de los dispositivos y así los hizo explotar. Pero semejante intensidad de las detonaciones y las características de los aparatos estallados no encajarían con esa interpretación.

"La explosión que se ve en las imágenes parecen proceder de una carga explosiva, no de una batería. Todavía no sabemos qué aparato fue en concreto, pero los modelos más habituales llevan baterías de litio o, los más viejos, pilas. El LiPo (polímero de litio) arde y genera humo, pero no suelen explotar de la forma que se ha visto en algunos vídeos. Así que una posible explicación, sin descartar otras, es que los aparatos fueran intervenidos, de alguna forma, antes de llegar a su destino", arriesgó Marugán.

De ser así, entonces la incógnita a elucidar es dónde y cómo ocurrió ese sabotaje. El diario The Wall Street Journal informó que esos aparatos habían ingresado al mercado pocos días atrás. Otra línea de pesquisa, citada por The New York Times atribuye el atentado a Israel mediante pequeños explosivos ocultos en unos 3.000 beepers fabricados en Taiwán por la empresa Gold Apollo. Esta compañía se despegó del hecho e involucró a otra compañía que usa su marca, BAC. 

"Si los atacantes tuvieron acceso a estos bíper, también pudieron haber programado los mismos para que, al recibir cierta señal de forma remota, realicen acciones como: activar un detonador, sobrecalentar la batería o cualquier otra", agregó Marugán. "Teniendo el ID (identificador) de los aparatos y su frecuencia, se podrían enviar ciertas señales de radio, aunque pudieron haber optado por otros métodos", completó.

Román Ramírez, por su parte, observó acerca de porqué en la zona atacada hay tantos pagers, siendo que desde la expansión de la telefonía celular entró en desuso en la mayoría de los países: "Occidente tiene pinchadas todas las comunicaciones digitales del planeta. Ante la imposibilidad de operar mediante un teléfono móvil o una llamada cifrada normal, los actores al margen de la ley, como Hezbollah, buscan alternativas. Los beepers creyeron que era un canal que iba a pasar por debajo del radar. Probablemente, utilizaban alguna técnica de cifrado, con una red propia, sin depender de terceros", consideró. 

Por lo tanto, es probable que se hayan alcanzado a tantos beepers con mensajes enviados por radiofrecuencia y llamadas masivas a los IDs de los aparatos. Así convirtieron a estos dispositivos en caballos de Troya digitales.

"Si lograron hacerse con un dispositivo y hacerle ingeniería inversa, pudieron encontrar las vulnerabilidades apropiadas. Un mensaje que desencadena una lógica, un comportamiento indeseado, que genera un cambio en el dispositivo físico, ya sea sobrecargar la batería o activar un detonador. Lo más plausible es un explosivo, pero no puedo descartar otras opciones", expuso Ramírez.

Un aspecto de fondo en este acontecimiento es la selectividad casi quirúrgica del blanco. "De confirmarse que fue Israel, esto supondría que sus servicios secretos tienen plenamente identificados a los miembros de Hezbollah y afines. El alcance de la operación supone un golpe brutal para la organización libanesa. Ahora veremos más paranoia; no se van a fiar a partir de nada ni nadie", interpretó Juanjo Fernández a El Confidencial. "Su red de comunicaciones quedará temporalmente paralizada y habrá caos. Esto puede afectar a la capacidad de Hezbolá de atacar a Israel, pero también de defenderse de una potencial incursión israelí en el sur del país", concluyó.