Condenan a un ex juez y a un martillero por estafas con fondos judiciales
A nueve años del inicio de la investigación por desvío de fondos de cuentas judiciales inmovilizadas, un martillero y un ex juez civil fueron juzgados este miércoles por la Justicia santafesina. El fiscal Carlos Covani acusó a Oscar Kovalevski como organizador de una asociación ilícita y por defraudación, y al ex magistrado -ya jubilado- Jorge Scavone, como miembro de la misma y por los delitos de defraudación, falsedad ideológica, prevaricato e incumplimiento. En la causa ya fueron condenados en juicio abreviado dos abogados, el también ex juez Alejandro Martín -que era titular de Civil 17 cuando se advirtieron las maniobras defraudatorias-, su secretario y un ex empleado bancario.
El caso fue un escándalo a finales de 2012, en los Tribunales provinciales. Luego de la investigación que comenzó con la denuncia del Banco Municipal, el fiscal Covani hizo media docena de imputaciones. Pocos meses después, en 2013, los abogados Luciano García Montaño y Jorge Heter fueron los primeros condenados en un juicio abreviado a la pena de tres años de prisión de cumplimiento condicional, más siete y cinco años, respectivamente, de inhabilitación para ejercer la abogacía.
A fines de 2015, Covani presentó acusación para que la causa llegara a juicio, cuando eran cinco los implicados en el desmanejo de fondos de las cuentas inmovilizadas u ociosas. En ese momento, el fiscal indicó que se trataba de profesionales que "se pusieron de acuerdo para apropiarse ilegítimamente de dinero que se encontraba depositado en cuentas judiciales, en relación a distintos litigios, y que aparecía como ocioso o inmovilizado".
En 2019, Ricardo Lavacca, quien era secretario del juzgado, que estaba a cargo de Martín decidió cerrar también un juicio abreviado. En tanto, el mes pasado, mediante el mismo trámite judicial, Martín fue sentenciado a 5 años de prisión domiciliaria; mientras que el empleado bancario Tomás Martínez Echenique, recibió 3 años de prisión en suspenso.
De esa manera, Kovalevski y Scavone -que estuvo en Civil 1 hasta fines de 2010- son los únicos que llegaron a juicio oral frente al tribunal integrado por Nicolás Foppiani, Valeria Padrana y José Luis Suárez. Ambos transitan esta instancia en libertad. El primero fue acusado por 53 hechos de defraudación, y el ex magistrado, por 31. El fiscal expresó que las maniobras se realizaron entre 2010 y 2012.
Por su parte, las defensas de los imputados negaron las acusaciones e indicaron que no podrá llegarse a una condena. También cuestionaron el paso del tiempo, por lo que hablaron de "violación de la garantía de juicio en tiempo razonable". Además, la defensa del martillero indicó que en la Corte hay un planteo por agotamiento de la acción penal que espera resolución y aseguró que su cliente "no cometió delito alguno", sino que fue "víctima de un engaño" de los abogados ya condenados. Para la defensa del ex juez, en tanto, "no se podrá probar que haya obtenido algún beneficio económico".
El tribunal integrado por los jueces Nicolás Foppiani, Valeria Pedrana y José Luis Suárez condenó al ex juez Jorge Scavone a 4 años y 6 meses de prisión y al martillero Oscar Kovalevski a 8 años de prisión y 10 de inhabilitación del ejercicio de la profesión por haber formado parte de una asociación ilícita constituida para apropiarse de dinero depositado en cuentas judiciales mediante el libramiento de oficios falsos. Por ser ambos mayores de 70 años quedaron en prisión domiciliaria con tobillera electrónica.
El hecho salió a la luz en 2012, cuando el Banco Municipal denunció las maniobras llevadas a cabo no sólo por Scavone y Kovalevski sino de las que también participaron el ex juez Alejandro Martín y su secretario Ricardo Lavacca, dos abogados y un empleado del banco, quienes admitieron su responsabilidad y fueron condenados mediante juicio abreviado.
Los jueces Martín y Scavone firmaban resoluciones falsas para hacerse de dinero que estaba inmovilizado en depósitos judiciales de cuentas embargadas y que hacía años que nadie reclamaba. En algunos casos los abogados involucrados inventaban expedientes y a través de oficios librados por los jueces obtenían órdenes de pago a su favor y del martillero.
Por estos hechos Scavone y Kovalevski llegaron a juicio acusados de integrar una asociación ilícita para cometer fraudes mediante la consumación de delitos como falsedad de instrumento público, abuso de autoridad e incumplimiento de los deberes de funcionario público.