Conmemoran en el Bosque de la Memoria a 28 años del atentado a la AMIA
Desde DAIA Rosario y la Asociación Israelita de Beneficencia Kehilá Rosario convocan bajo el nombre de "No olvidamos. Hacemos memoria".
Se cumple el 28 aniversario del atentado terrorista ocurrido el 18 de julio de 1994 en la sede de la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), y con el objetivo de recordar a las 85 personas que perdieron la vida y reclamo de justicia para que se esclarezca la causa, la ciudad de Rosario tendrá su acto en conmemoración.
Desde DAIA Rosario y la Asociación Israelita de Beneficencia Kehilá Rosario convocan bajo el nombre de "No olvidamos. Hacemos memoria", este lunes 18 de julio a las 12h en el Bosque de la Memoria Av. Caseros y Celedonio Escalada, sobre el ingreso al túnel Celedonio Escalada, con el acompañamiento de la Municipalidad de Rosario y el Concejo Municipal.
"Las instituciones que representan la voz de la comunidad judía en Rosario promueven la construcción de una memoria común al tiempo que buscan concientizar sobre cuestiones como el racismo, el antisemitismo y en todos los casos, el terrorismo", precisaron desde la convocatoria.
Durante el acto, se llevará adelante una ceremonia de plantación de árboles junto al monumento en recordación de las víctimas del atentado representadas a través de los nombres de Sebastián Barreiro (de cinco años) y Faiwel Dyjament (de 73 años), la víctima más joven y la más mayor que perdieron su vida 28 años atrás.
Desde la organización advirtieron que en caso de lluvia, la actividad queda suspendida y se reprograma para nueva fecha.
DAIA es una organización nacional a la que están adheridas 140 instituciones judías de Argentina, con la misión de luchar contra toda expresión de antisemitismo, discriminación, racismo y xenofobia, preservar los derechos humanos, promover el diálogo interreligioso y la convivencia, priorizando el respeto como valor de ciudadanía.
La Asociación Israelita de Beneficencia acompaña a los miembros de la comunidad judía de la ciudad de Rosario a lo largo de todo el ciclo de vida. Para ello, cuenta con propuestas institucionales educativas, sociales, culturales y religiosas que promuevan la experiencia comunitaria. Asimismo, es clave su articulación con la comunidad toda y con instituciones de la sociedad civil que hacen al trabajo colectivo que implica toda vida en comunidad. En este aspecto, toma en cuenta cuestiones culturales e institucionales no sólo de la agenda propia sino temas de interés para el crecimiento y aprendizaje colectivo.