Consternación en Central por el crimen de un jugador de inferiores
Se llamaba Lucas Vega, tenía 13 años. Estaba con amigos en la vereda cuando cayó como blanco de una balacera. Rosario Central se hizo eco del crimen porque el niño jugaba en sus divisiones inferiores de fútbol.
El niño de 13 años que murió este lunes por la noche, acribillado a metros de su casa, en el barrio Stella Maris y en compañía de un hermano y dos amigos, jugaba en divisiones inferiores del club Rosario Central. Por esa razón, la entidad canalla emitió este martes un comunicado de pésame ante la fatal pérdida.
"Lamentamos profundamente el fallecimiento de Lucas Vega, a sus 13 años, quien fuera jugador de nuestra institución en las divisiones infantiles. Enviamos nuestro pésame a la familia en este difícil momento, nos sumamos al pedido de justicia y exigimos el esclarecimiento de la muerte de Lucas", posteó el club en sus redes sociales.
Se llamaba Lucas Vega Caballero y tenía apenas 13 años. Jugaba como volante por izquierda en divisiones juveniles de AFA, aunque su inicio fue en categoría 2008 de infantiles.
Hacia las 22.30 del lunes estaba con su hermano Javier y dos amigos, Fabricio y Dylan, todos de 15 años. Estaban sobre la vereda de Génova y González del Solar, en el noroeste de la ciudad, como solían hacer propio de los pibes de cualquier barrio.
La madre de Dylan contaría más tarde a la policía que de pronto apareció un auto blanco desde donde partieron balazos a mansalva contra el grupo. Unos 20 disparos al menos, según la cantidad de casquillos que quedaron sobre el pavimento.
Los cuatro chicos cayeron heridos de bala, ninguno alcanzó a ponerse a resguardo. Y el auto con los pistoleros huyó a toda velocidad.
Todos fueron socorridos y llevados hasta el Policlínico Eva Perón. Lucas llegó sin vida. Su hermano Javier y Fabricio A. sobrevivieron, aunque recibieron sendos disparos en las piernas. Dylan, en tanto, fue derivado al Hospital Clemente Álvarez con un tiro en la pierna izquierda.