D´Alessio y la “punta del iceberg” sobre las operaciones de inteligencia en Santa Fe
El gobierno provincial está convencido que hay mucha más cuerda para tirar en la conexión entre Los Monos y el falso abogado. Se busca comprobar una vieja sospecha: que los grupos delictivos operan con la información de los servicios de inteligencia
Aunque todavía no puede probarlo, el gobierno de Santa Fe está convencido que el vínculo entre el falso abogado y operador político, Marcelo D´Alessio, y Los Monos es tan solo la “punta del iceberg” de un entramado más complejo que permitiría explicar “muchas de las cosas raras” que pasan en la provincia.
La hipótesis, que se intenta confirmar a través de las dos denuncias presentadas contra D´Alessio –una en el fuero provincial y otra en federal--, es que las bandas criminales, en especial la comandada por la familia Cantero, vienen actuando desde hace tiempo con información privilegiada de los servicios de inteligencia.
Para la Casa Gris, el fin último de estas operaciones está a la vista: sembrar miedo en la opinión pública y esmerilar el poder político del gobierno del Frente Progresista.
Por lo pronto, los ministerios que conducen Maximiliano Pullaro y Ricardo Silberstein pudieron comprobar que D´Alessio ingresó dos veces al Centro de Justicia Penal durante el juicio a Los Monos y que en una de esas visitas se encontró con Ramón “Monchi” Machuca.
Sus caminatas por el inmueble judicial quedaron anotadas en los libros de ingreso. Un día llego acompañado por el periodista Rolando Graña, testigo en el proceso judicial. En la segunda oportunidad lo hizo secundado por dos abogados de la banda.
Se sospecha que D´Alessio, agente de la DEA y sobrino del escribano general del gobierno nacional, detenido en la causa que investiga la extorsión al empresario Pedro Etchebest en nombre del fiscal federal Carlos Stornelli, intentó filmar una cámara oculta con Machuca en medio de un tráfico de información.
En ese cruce, D´Alessio le habría proporcionado a la banda datos certeros y precisos para cometer la saga de ataques contra edificios públicos y propiedades de funcionarios judiciales. Los “verdaderos ideólogos”, según el ministro Pullaro, utilizaron el sistema Noris para obtener esta información, una aplicación que combina datos personales de distintos organismos públicos (Anses, Afip, etc.). En las cárceles donde están alojados Los Monos no hay posibilidad de acceder a este sistema.
Pullaro deslizó otros dos “hechos extraños” con el sello de “los servicios de inteligencia” que operan en Santa Fe. Por un lado, la intervención de su teléfono durante el juicio a Los Monos. Recordó su sorpresa cuando los abogados defensores presentaron un habeas corpus contra el operativo de seguridad diseñado para el traslado de la banda. “Ese operativo se definió entre muy pocas personas. Y los abogados tenían todos los detalles”, contó.
Lo mismo ocurrió, según Pullaro, en muchos otros operativos contra bandas criminales diseñados por el ministerio de Seguridad. Los planes terminaron sin éxito por los “sorpresivos pasos adelantados” de las organizaciones delictivas a la hora de sortear a las fuerzas policiales.
Este nexo, siempre desde la visión del gobierno de Santa Fe, también explicaría una simple balacera como la que ocurrió la semana pasada en un polideportivo municipal de zona sur cuando un joven ingresó y disparó varias veces al aire. “¿Por qué alguien hace eso? ¿Qué busca, generar miedo?, se preguntó Silberstein.
Pullaro, más directo e incisivo, unió estas “situaciones extrañas” con D´Alessio y los servicios de inteligencia. “Estamos hablando de la punta de un iceberg que permitiría explicar muchas de las cosas que estuvieron pasando en nuestra provincia", confió.