Carlos Vaudagna, exdirector de la AFIP en Rosario y Santa Fe, tiró del mantel y el piso crujió en el ámbito empresarial y judicial. Se presentó ante la Justicia que lo investiga por corrupción bajo la figura de “arrepentido”. Declaró en las últimas horas y reconoció haber cometido delitos para beneficiarse en lo económico y de manera irregular entre 2015 y 2024. 

En la volteada cayó también otra pata de esta madeja de maniobras dolosas desde el poder: el juez federal de Rosario Marcelo Bailaque, pero también empresarios como el ex director de Vicentin Omar Scarel y uno de los dueños del diario santafesino El Litoral, Nahuel Caputtto.

El exfuncionario es investigado por los fiscales federales Juan Argibay, Federico Reynares Solari y Matías Scilabra en Rosario; también el de Reconquista, Roberto Salum, y de Santa Fe, Walter Rodríguez.

Informaciones ventiladas por La Política On Line señalaron que Vaudagna lució emocionalmente quebrado ante los fiscales, y así admitió haber comprado inmuebles, campos y empresas mediante maniobras ilícitas, fruto de usar el poder de su función para cometer extorsiones, tráfico de influencias, asesorar a empresarios para evadir impuestos, perseguir a otros contribuyentes y dejar de hacerlo a cambio de coima. En alguna de esas maniobras, dijo, contó con la complicidad del magistrado.

El caso más evidente, ya conocido, es el del apriete que Vaudagna reconoció haber realizado sobre los financistas rosarinos Jorge Luis Oneto y Claudio Iglesias. Iglesias, además, era ejecutivo en la aseguradora San Cristóbal, y el entuerto fiscal urdido en su contra le costó ese puesto. En todo esto, dijo Vaudagna, participó Bailaque. El exjefe de la AFIP se comprometió a colaborar con la justicia a cambio de un acuerdo que reduciría su condena. Pero aún así, la pena que podría caberle llegaría a 6 años de cárcel aunque excarcelables. También tendrá que devolver varias propiedades.

La investigación, que también involucra a los narcotraficantes y empresarios relacionados con el narcotráfico, avanza con nuevos elementos que apuntan a una trama de corrupción y complicidad entre funcionarios, empresarios y el poder judicial. Las implicaciones de las declaraciones de Vaudagna continúan generando repercusiones en los círculos políticos y judiciales de la región.

Revés para el juez

A todo esto, la Cámara Federal de Casación Penal declaró este miércoles inadmisible la impugnación presentada por la defensa del juez Bailaque, en el marco de la causa FRO 9010/2024/9, y ordenó continuar con el proceso judicial.

El fallo fue adoptado por mayoría en una audiencia realizada en la sala "E" del tribunal, integrada por los jueces Carlos A. Mahiques, Juan Carlos Gemignani y Diego G. Barroetaveña. La resolución coincidió con la postura del fiscal subrogante de la Fiscalía General N° 3, Raúl Omar Pleé.

Durante la audiencia, los abogados defensores Claudio Puccinelli y Alejandro Parolo expusieron sus argumentos, que finalmente no fueron admitidos por el tribunal.

La decisión fue notificada a las partes y se dejó constancia de las reservas de caso federal planteadas por la defensa. El acto, que tuvo una duración total de 62 minutos, fue registrado en audio y video en la carpeta judicial correspondiente.