Fastidio de jueces por el reproche social de su actitud ante el narcotráfico
El juez federal Carlos Vera Barros trató de relativizar una acusación a su colega Marcelo Bailaque en el juicio a Esteban Alvarado. Repartió responsabilidades a otros poderes y reclamó recursos.
En el arranque de la cumbre del Poder Judicial Federal en Rosario hubo un contrapunto tenso que da cuenta de la sensibilidad a flor de piel que se respira en la ciudad para con el impacto de la violencia narco y lo que hace, o no hace, el Estado para prevenirla o evitarla.
Carlos Vera Barros, uno de los jueces federales en Rosario, justificó el cuestionadísimo desempeño de ese fuero en el combate al narcotráfico y el lavado de activos. Señaló que hace falta realizar inteligencia criminal y prevención, tareas –aclaró– que "no se pueden hacer desde un juzgado". Y respecto de una denuncia que pronto recaería sobre su colega Marcelo Bailaque por no haber querido avanzar en una investigación contra Alvarado y vínculos políticos, se excusó de opinar y supeditó todo a "una opinión de los fiscales" Matías Edery y Luis Schiappa Pietra.
El tema era este jueves la comidilla murmurada en los pasillos de la Facultad de Derecho donde se desarrolla el encuentro.
La zozobra de Vera Barros viene de la revelación que esos fiscales realizaron ayer en la audiencia del juicio contra el jefe narco Esteban Alvarado y parte de su organización delictiva. Edery y Schiappa Pietra adelantaron que denunciarán al magistrado federal Marcelo Bailaque ante el Consejo de la Magistratura de la Nación por haberse negado a ordenar medidas judiciales para desarrollar una investigación penal sobre Alvarado que la Policía de Seguridad Aeroportuaria le había presentado en 2013. También contaron de la influencia de Alvarado en el nombramiento de Cristian Sola como jefe de Policía en esos años.
A pesar de las pruebas disponibles, Bailaque se negó a continuar la investigación, y por eso lo denunciarán ante el Consejo de la Magistratura.
Este jueves, Vera Barros fue requerido por la prensa sobre ese punto: "Eso es una opinión de los fiscales que habrá que ver cómo se canaliza. Si hay pruebas, habrá que exponerlas, pero entiendo que todavía no hay denuncia", ensayó el juez. Luego, ya entrado en calor, replicó: "No tengo nada que decir sobre eso. Corresponde que hablemos sobre este evento, no me parece acá hablar sobre lo que ocurre en la causa Alvarado. A Alvarado sí se lo ha investigado, me ha tocado indagarlo y actualmente esa causa está elevada a juicio en el Tribunal Oral".
Luego, abundó acerca del reclamo corporativo de la magistratura federal. "Pedimos cobertura de vacantes, la instrumentación del juicio oral, más recursos. Durante muchos gobiernos faltó conciencia y decisión política. Por eso estamos reunidos aquí, para mejorar esa situación", dijo al entrar a la Facultad de Derecho en cuyo auditorio se abrió la cumbre del fuero federal.
Vera Barros también responsabilizó al poder político por no disciplinar a los servicios penitenciarios a su cargo. "Hay detenidos de alto perfil, algunos con condena, que siguen delinquiendo. Es un círculo vicioso y el delito no se termina. Otro problema es la demanda creciente de estupefacientes, que es un problema social ajeno al Poder Judicial. Y otro tema es el altísimo índice de violencia en el enfrentamiento entre bandas. Es evidente que en Rosario esto es peor que en otras ciudades".
"Todo requiere de inteligencia criminal, que no puede hacerse desde el juzgado, pero sí desde la preención del delito, desde el Ministerio Público Fiscal. No estamos facultados para hacer inteligencia criminal", concluyó y se retiró de la rueda de prensa, algo fastidiado.