Mar del Plata se estremece por la violación y homicidio de una adolescente
Una adolescente de 16 años fue drogada y abusada sexualmente hasta que murió y por el hecho fueron detenidos un joven de 23 y un hombre de 41, quienes trasladaron el cuerpo de la víctima, recién lavado y vestido, hasta una sala de salud de Playa Serena, en la zona sur de la ciudad de Mar del Plata.
La fiscal marplatense a cargo de la causa, María Isabel Sánchez, confirmó en una conferencia de prensa que la chica, identificada como Lucía Pérez, murió a raíz de un "reflejo vagal" tras ser penetrada por al menos uno de los acusados, quien además de violarla con su cuerpo, la empaló.
Además, alertó a la comunidad educativa de la zona sobre la existencia de personas que merodean colegios para captar víctimas a las que les venden droga: "No pudimos hacer nada para evitar esta muerte pero podemos evitar otras. Nuestros colegios son lugares donde se consiguen víctimas muy vulnerables", dijo.
El hecho, que fue dado a conocer este miércoles, ocurrió el sábado, cuando la chica fue trasladada muerta a la sala sanitaria de Playa Serena por un joven identificado como Matías Farías (23), a bordo de una camioneta conducida por Juan Pablo Offidiani (41), según la causa judicial.
La fiscal precisó que Farías les dijo a los médicos que la adolescente había concurrido a su casa con drogas, que las había consumido sólo ella y que se había descompensado luego de haber mantenido relaciones sexuales consentidas sólo con él.
Lucía fue asistida en la sala por los médicos de guardia y por el subsecretario de Salud municipal, Pablo De La Colina, que circunstancialmente estaba allí, quienes le practicaron sin éxito maniobras de reanimación.
Si bien inicialmente los médicos creyeron estar ante un caso de sobredosis, con la intervención judicial del caso y la realización de la autopsia se estableció que la joven había sido víctima de un brutal ataque sexual que le produjo la muerte por empalamiento.
Además, la médica de Policía que realizó la necropsia le confirmó a la fiscal, con el resultado final del estudio forense, que el cuerpo de la víctima había sido lavado y preparado para tratar de borrar pruebas de la violación.
La fiscal comenzó a indagar en el entorno de la chica y le tomó declaración a dos amigas, una también adolescente y la otra mayor de edad, quienes revelaron que los dos varones que la habían llevado a la salita eran "dealers", por lo que solicitó la detención de ambos. En un allanamiento en la vivienda de Farías se secuestraron elementos que sirven para probar el abuso sexual y el consumo de drogas en el lugar.
De acuerdo a lo reconstruido por la representante del Ministerio Público, Lucía había conocido a Farías en la escuela a la que asiste, ya que se lo había presentado una amiga.
"Aparentemente el viernes él le había vendido un cigarrillo de marihuana y el sábado se encuentra con este muchacho, con quien aparentemente había entablado una relación de amor o sentimental", relató la fiscal. Según Sánchez, en ese marco, Lucía fue a la casa de Farías, donde "se le proveyó cocaína en abundancia, también cigarrillos de marihuana y, una vez mermada la voluntad de la niña, doblegada su voluntad, se la sometió a un vejamen terrible, ya que fue violada vía vaginal y anal, no sólo con el pene del hombre que lo hizo sino también utilizando un objeto romo, como pudo haber sido un palo, lo cual motivó que, por reflejo vagal, se produjera la muerte".
La funcionaria judicial dijo que tiene acreditado que el autor de las violaciones fue el joven de 23 años y que posee indicios para creer que también el otro hombre también abusó de ella, y que no descarta que un tercero también haya participado en el hecho.
La sospecha en este sentido se basa en que se encontró en la escena del hecho una gran cantidad de preservativos que no pudieron haber sido empleados por una sola persona en tan poco tiempo, lo cual se acreditará con los cotejos de ADN que ordenó.
Lo que sí tiene dijo tener probado en esta instancia la fiscal es que los dos detenidos participaron del traslado del cuerpo de la adolescente, luego "lavarlo y vestirlo perfectamente".
Sánchez informó que ninguno de los detenidos aceptó hacer uso de su derecho a declarar al ser llamados a indagatoria y que ahora aguarda los resultados de diversos estudios y peritajes para resolver su situación procesal.
Durante la conferencia de prensa, la fiscal dijo que la camioneta empleada por los sindicados agresores había sido vista merodear colegios, por lo cual advirtió a la comunidad educativa con el objeto de prevenir este tipo de casos. Además, pidió que compañeros del colegio de Lucía o docentes que hayan visto ese vehículo en la zona se acerquen a declarar a su fiscalía o a la especializada en estupefacientes, ya que, explicó, a raíz de este caso se abrieron dos causas: una por abuso sexual seguido de muerte y homicidio criminis causa, y otra provisión y venta de estupefacientes.
"Esa chica (por Lucía) no era una consumidora habitual. La niña fue a la casa voluntariamente y una vez allí ya fue presa de la voluntad de los autores del hecho", expresó la fiscal. Por su parte, el padre de la víctima, Guillermo Pérez, dijo que él y su familia están "destrozados" por lo sucedido con Lucía y aseguró que fue una compañera del colegio de ella quien "se la entregó a Farías". "A mi hija se la presentó esa chica del colegio, porque Farías le pedía chicas para que le fueran a comprar droga. Ella es la entregadora", denunció.