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El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, manifestó su deseo de mantener relaciones de "amistad, respeto y cooperación" con Estados Unidos, luego del tiroteo ocurrido en la fronteriza ciudad de El Paso, en el Estado de Texas, luego de que el atacante aseguró que quería "matar a la mayor cantidad de mexicanos posible". 

"Queremos mantener relaciones de amistad, respeto y cooperación para el desarrollo. Nos unen muchos lazos culturales, una convivencia de siglos. No podemos apostar a ser vecinos distantes, sino procurar una buena vecindad", dijo el mandatario en su conferencia de prensa diaria, en la que recordó a las víctimas del ataque, seis de ellos mexicanos.

López Obrador, conocido popularmente por sus iniciales AMLO, reiteró su "pesar y tristeza" por los "asesinatos de mexicanos y también de estadounidenses", en el ataque, y reiteró la postura del Gobierno de México que ya hizo el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, "quien se va a trasladar a Ciudad Juárez para atender personalmente este lamentable suceso", anunció.

Richard Wiles, el agresor, originario de Dallas, recorrió unos 1.000 kilómetros para llegar a El Paso con el fin de "asesinar a los hispanos". 

Ebrard dijo el domingo que México califica el tiroteo en El Paso como "un acto de terrorismo en contra de la comunidad mexico-norteamericana y de nacionales de México en Estados Unidos".

López Obrador se mostró a favor de controlar la venta "indiscriminada" de armas en Estados Unidos, aunque subrayó que respeta las decisiones que tome Washington.

"Somos respetuosos de lo que decidan otra países, pero estos lamentables hechos deben de llevar a la reflexión, al análisis y a la decisión de controlar la venta indiscriminada de armas", que se presenta en el país vecino, prosiguió, citado por el portal ruso de noticias Sputnik.

Luego recordó que las autoridades mexicanas están combatiendo el tráfico de armas, "haciendo un esfuerzo especial por el daño que causan" en este país y descartó cualquier acuerdo bilateral que autorice el tráfico de armas.

La postura mexicana es "que haya control en la venta de armas, que no se puedan adquirir las armas en cualquier centro comercial como sucede".

De acuerdo con la legislación vigente mexicana, "existe más control que otros países en portación de armas que requieren permisos", que son de uso exclusivo del Ejército, detalló.

En relación al fenómeno migratorio, rechazó el uso de la fuerza para enfrentar ese problema y dijo que se inclina por "el diálogo, la conciliación y promover la fraternidad universal más allá de las fronteras", con la cooperación para el desarrollo.

Reafirmó también su rechazo acerca de que el tema sea utilizado con propósitos electorales en el país vecino.

"Hay elecciones en Estados Unidos y no queremos meternos, no es un asunto maniqueo de buenos y malos, en los dos partidos principales hubo poca atención al control de las armas", puntualizó.