Benjamín Mansilla, el chico de 14 años que el jueves por la noche recibió un disparo en la cabeza mientras cenaba en Luzarriaga al 2400, murió este sábado tras batallar por su vida durante casi dos días. El hecho que ocurrió en el barrio de Nuevo Alberdi, en el extremo norte de Rosario, aún no tiene culpables y los atacantes se retiraron del lugar sin dejar rastros. 

Benjamín se encontraba cenando en la casa de su padrastro, ubicada en una zona del norte rosarino que en los últimos años ya fue escenario de balaceras y homicidios. La madre relató que fueron tres las balas que impactaron contra el hogar y una de ellas fue la que terminó con la vida de Benjamín. 

El chico estuvo internado en estado crítico en el Hospital Eva Perón, con un proyectil alojado en el cráneo. En las redes sociales se multiplicaron las cadenas de pedido de oración y, conocido el trágico desenlace, se convocó a un llamado a la solidaridad para recaudar dinero para el sepelio.

El caso fue notificado al fiscal de Homicidios Adrián Spelta, quien investiga junto con personal de la PDI.