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Hace dos años, en Alejandro Korn, provincia de Buenos Aires, un perro de raza pitbull atacó y mató a un niño de 2 años. Tras el hecho, su dueño -Horacio Fernando González- degolló a su perro; pero esto no evitó que fuera juzgado y condenado a 8 años de prisión por homicidio simple, es decir, como si él mismo hubiera dado muerte al pequeño.

La fiscal del juicio, Claudia Cendoya, fue quien pidió la figura de homicidio simple para la conducta del hombre, un delito que contempla una pena de entre 8 y 25 años de prisión. Por su parte, la defensa intentó instalar el hecho como un caso de homicidio culposo y que de ninguna manera puede calificarse la conducta de González como un hecho de dolo eventual.

La situación del hombre de 49 años se vio agravada porque ya había antecedentes de advertencias y había sido denunciado en más de una oportunidad por la violencia de sus perros. Así lo relataron los familiares de la víctima. La abuela del nene que murió atacado consideró que la responsabilidad es del hombre y no del animal. “Desde 2011, le decíamos que tuviera cuidado con los perros y él decía que jamás le iba hacer algo a los chicos hasta que pasó”, contó la mujer.

El criador y entrenador de la raza dijo llorando ante el tribunal: "Mi familia y yo pedimos perdón por todo lo ocurrido; si pudiera volver todo esto atrás, daría mi vida para que no se hubiera producido". Tras ello, el tribunal falló de acuerdo con el pedido de la Fiscalía.