La Justicia redujo la condena de uno de los dos responsables de la picada mortal en Ayacucho y Avenida del Rosario, en la que murieron David Pizorno y su hijo Valentino. Pablo Mancini había sido acusado de “homicidio simple con dolo eventual” y se le había dictado una pena de 12 años de prisión efectiva. 

Los jueces Tomás Orso, Guillermo Llaudet y Daniel Curik resolvieron modificar la condena del conductor del Citroen C4 y ahora pasó de ser coautor del homicidio a tener calidad de partícipe secundario. Así, se le fijó una pena de ocho años de prisión y diez de inhabilitación especial para la conducción de vehículos.

En diciembre de 2023, los jueces Fernando Sosa, Paula Álvarez y Rafael Coria condenaron al hombre de 38 años a la pena de doce años de prisión efectiva y diez de inhabilitación para conducción de automotores, por considerarlo responsable de los delitos en calidad de coautor. 

En tanto, Germán Schoeller, quien conducía el otro auto y colisionó contra el vehículo de las víctimas, continuará con la misma pena. Es decir que su condena seguirá siendo de 12 años de prisión y una inhabilitación para manejar de 10 años.

El hecho

Según la reconstrucción de los fiscales, el 20 de marzo de 2021 pasada la medianoche, Schoeller, en un Renault Sandero, y  Mancini en un Citroen C4, corrían una picada “a una velocidad inusitada” por Avenida del Rosario. David Pizorno circulaba por calle Ayacucho en un Citroën C3 junto a su familia. 

Ambos conductores ingresaron al cruce de ambas calles, el primero a 124 km/h y el segundo a 134 km/ h. El Sandero impactó con la parte frontal de su vehículo el lateral izquierdo conducido por la víctima, que falleció en el lugar junto con su hijo.

La Fiscalía determinó que tanto Schoeller como Mancini condujeron sin accionar los frenos y sin respetar el semáforo en intermitente en rojo, a altísima velocidad, en una intersección sumamente transitada y no frenaron en ningún momento al cruzar calle Ayacucho.

En tanto, además de las dos víctimas fatales, dos personas que se encontraban a bordo del auto conducido por Pablo M. sufrieron lesiones graves, una por politraumatismos y otra psíquicas.