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La madre de la adolescente de 14 años que fue secuestrada y violada el martes pasado en una casilla de zona sur, se constituirá como querellante en la causa que investiga el abuso sexual de su hija. El pedido será interpuesto formalmente este lunes ante el Ministerio Público de la Acusación con el patrocinio letrado del Defensor Provincial.

Según anticiparon desde el Ministerio Público de la Defensa, el relato de la joven sobre los hechos "señala indicios y evidencias claras de participación policial" en la violación.  

Gisela B., madre de la chica abusada, comentó que su hija fue interceptada por un automóvil marca Fiat Duna color plateado (o gris) con vidrios polarizados, cuando se dirigía a su casa tras salir de la escuela “Sabín” de Barrio Acindar. Al frenar frente a la chica, uno de los ocupantes del vehículo le dijo a la menor que iba a ser detenida como consecuencia de un operativo policial, ya que en su mochila llevaba droga.

En ese momento, un patrullero pasó por la mano contraria de la avenida y los ocupantes del automóvil le hacen seña para que se detenga. El móvil policial se detuvo y de él descendió un policía uniformado que cumplió con la orden de los ocupantes del Duna y le revisó la mochila a la joven.

Tras la requisa, el móvil policial se retiró y la adolescente continuó la marcha hacia su hogar, hasta que en la intersección de Dr. Riva y Avellaneda, el Fiat Duna, se detuvo nuevamente junto a ella, y uno de los ocupantes la tomó del cabello y de su mochila, metiéndola por la fuerza al auto.

La niña de 14 años pudo observar que el acompañante que se encontraba dentro del vehículo, a quien el conductor llamaba “Sebastián”, estaba vestido de policía y llamaba al conductor del automóvil como “jefe”.

El Duna se dirigió por calle Avellaneda hasta Uriburu, en donde doblaron con dirección a la Jefatura de Policía mientras los dos hombres le advertían que por la cuestión de “la droga” la iban a dejar detenida.

El automóvil circuló por el perímetro de la Unidad 6 hasta que decidieron volver a tomar Uriburu en el sentido que va a Circunvalación (de Este a Oeste). Momentos después, ingresaron con el vehículo a un descampado, donde había una casa en construcción.

Dentro de la misma se encontraba un hombre que le dio la bienvenida al conductor con la frase: “pasá estás en tu casa, tomate el tiempo que quieras”.

En ese momento se bajaron del auto y la adolescente fue llevada hasta un árbol. Como la chica empezó a llorar, el llamado “Jefe” disparó dos tiros al aire, la arrojó al piso y con el arma apuntándole en la cabeza la empezó a violar. Los demás hombres que se encontraban en el lugar los dejaron solos.

Luego, el abusador le exigió a la joven que le diera el número de teléfono de su casa, para llamar a su familia, diciéndole después que nadie atendió. Más tarde, los hombres llevaron a la víctima a su casa, pero al ver que familiares de la joven estaban en la vereda no se detuvieron y dejaron a la joven en el mismo lugar en el que la habían forzado a subir al mismo.

Inmediatamente su abuela se dirigió a la Comisaría 18° para hacer la denuncia pero allí un empleado policial le recomendó hacer la denuncia a la Comisaría de la Mujer. La madre concluye: "A la mañana siguiente la PDI junto con una Fiscal nos pasaron a buscar alrededor de las 8, para ir al lugar del hecho. Allí mi hija relató todo lo sucedido, mientras se tomaron fotografías y recolectaron elementos. Recién en ese momento la Fiscal ordenó que llevaran a mi hija al Hospital de Niños Víctor J. Vilela, en donde los médicos que la vieron decidieron dejarla internada". 

En cuanto a la obtención de pruebas para la investigación del hecho, desde Servicio Público de la Defensa afirmaron que es "llamativo que la ropa que tenía puesta A. (la adolescente abusada) al igual que la mochila que llevaba no hayan sido custodiadas y peritadas". "Lo mismo sucedió con el celular que llevaba A. y con el que grabó a las personas que la secuestraron y la violaron. Este tampoco fue preservado para extraer pruebas dactiloscopias de los agresores que lo habían manipulado para borrar algunas imágenes que A. había grabado", agregaron.

Por las sospechas anunciadas, la madre de la adolescente y el Defensor Provincial solicitarán a la fiscal a cargo de la causa, Carla Cerliani, que además de dictaminar sobre el pedido de constitución como querellante, realice "algunas diligencias probatorias que profundicen la investigación sin desechar apresuradamente ninguna hipótesis, entre otras el secuestro de GPS y hoja de ruta de personal policial intervinientes en la zona; relevamiento sobre la existencia de cámaras de vigilancia y secuestro de las mismas en las zonas aledañas al hecho asignando para  el cumplimiento de la misma una fuerza de seguridad que no dependa de la Unidad Regional II de Policía de la Provincia de Santa Fe".