Tiraron panfletos intimidantes para fiscales con causas narco
Aparecieron en Arroyito, Hospital de Niños Zona Norte, en el CMD Sur, y en la sede de la AIC. Son mensajes anónimos que acusan a Pablo Socca y Matías Edery de perseguir a delincuentes rivales de otros narcotraficantes de la ciudad. Sospechan que detrás de esta maniobra está la banda imputada ayer por tráfico de drogas, extorsiones y homicidios.
Un tendal de panfletos intimidantes contra los fiscales Pablo Socca y Matías Edery aparecieron este jueves temprano esparcidos en el hospital de Niños Zona Norte, en el Centro Municipal de Distrito Sur y en la sede de la Agencia de Investigación Criminal (Lamadrid al 400). En Arroyito vecinos vieron cómo se lanzaban los panfletos desde un auto a las 20 del miércoles.
“Fiscal Socca, Matías Edery, hacen meter presos y hacen causa a la gente que René Ungaro, Los Funes y Los Riquelme le apuntan para arreglar las condenas, abreviados y estadías en pabellones comunes”, reza uno de los mensajes impresos en tipografía y repetidos en numerosas copias.
Los investigadores suponen que la maniobra tiene relación con la organización narco que opera en Ludueña y Empalme Graneros, de la que 26 de sus miembros fueron imputados este miércoles en el Centro de Justicia Penal. La gavilla, comandada por Mauro Gerez, tiene vínculos con el clan Los Monos.
Vecinos de la cuadra en zona sur señalaron a dos mujeres a bordo de una moto que pasaron y arrojaron las hojas de papel con el mensaje.
Sobre la vereda del CMD Sur, en Uriburu al 600, apareció una pancarta: “Fiscal Socca, dejá de vender humo con gente que Fran Riquelme te apunta. Y el otro fiscal, Matías Edery, para hacer meter presos y hacer causas a la gente que René Ungaro, Los Funes y Los Riquelme apuntan para arreglar las condenas, abreviados y estar en pabellones comunes” (SIC).
El primer aludido, Francisco Riquelme, es un hombre del entorno de Esteban Alvarado, una célula rival en el narcotráfico de la ciudad, igual que el clan Funes y de Ungaro, las otras bandas mencionadas en los mensajes.
Hace diez años, cuando Los Monos empezaron a quedar en el ojo de la persecución penal, también se apuntó a una hipótesis de complicidad de una parte corrupta de la policía para favorecer la hegemonía de Alvarado en el negocio de la droga en Rosario.