Un Fiat Regatta Weekend cayó encajada en un pozo de considerable profundidad, abierto por Aguas Santafesinas en Cafferata y San Juan. Ocurrió este viernes de madrugada, y el conductor del vehículo aseguró que no había señalización alguna que previniera a los automovilistas sobre ese peligro en medio de la calzada.

El auto amaneció en el pozo con su eje trasero al aire en el pozo, con el chasis en contacto directo sobre el asfalto. Y en ese momento apareció un camión con operarios que apostaron apurados el corralito que faltaba.

Ya en la mañana, una camioneta Chevrolet de la Unidad Regional II tuvo el mismo percance en San Juan y avenida Francia. 

En ninguno de los dos casos hubo personas lesionadas. Hace un par de semanas, había ocurrido otro accidente parecido con un taxi, en Alvear al 1100.

En ese entonces, el gerente de Relaciones Institucionales de Aguas Santafesinas SA, Guillermo Lanfranco, aseguró que la cantidad de corralitos en las calles rosarinas no es excesiva. "Estamos dentro de los números de reparación. Cuando se produce un hundimiento, indicador de que tenemos un problema, hasta que se finaliza la reparación hay una serie de tareas, distintas cuadrillas, maquinaria vial, movimiento de suelo, llevar fuera de la ciudad y traer tierra nueva. Hoy estamos en entre 80 y 100 intervenciones en calzada en la ciudad", señaló.

Y atribuyó la responsabilidad a empresas que Assa contrata para sus obras de reparación: "Cuando se hace una apertura de obra en calzada y se colocan las vallas, esa obra se adjudica a un contratista que tiene plazo de ejecución. Durante ese período, el vallado es a cuenta del contratista. Está dentro de su función de reparar esa intervención, no lo paga Assa sino el contratista: todo lo que él demore va en perjuicio de su trabajo, no de Assa. Si lo deja mucho tiempo se perjudica el contratista", dijo.