Un comerciante de zona oeste denunció que fue asaltado por gendarmes
La víctima aseguró que no se trató de ladrones disfrazados. En la seccional 14 dejó establecido que fueron cuatro agentes los que lo abordaron en su ciber de Riombamba y Méjico
Un comerciante de la zona oeste de Rosario denunció que fue asaltado por cuatro agentes de Gendarmería Nacional. Gabriel abrió un ciber hace cinco días en la zona de Riobamba y Méjico y, según dejó asentado en la Comisaría 14, fue abordado por gendarmes el domingo por la noche. Dijo que lo golpearon violentamente y le robaron entre 5 y 6 mil pesos.
En diálogo con Rosarioplus.com, la víctima se apuró en aclarar que “no hablo de ladrones disfrazados de gendarmes, eran gendarmes de verdad. La chata estaba parada a la vuelta. Mi esposa y mi hijo vieron la chata y los tipos vinieron caminando”.
Gabriel contó también que todo ocurrió “cerca de las 23” y que le llamó la atención que “me llamaron por mi sobrenombre”. “Yo les abrí a puerta –agregó- porque prefiero tener en el negocio a unos gendarmes que a un tipo encapuchado que no sabés quien es. Pero me dieron con saña”.
El comerciante aseguró que fue golpeado violentamente: “Me dieron siete trompadas bien puestas, donde no marca”. Este lunes por la tarde se recuperaba en su domicilio (ubicado a pocos metros del comercio) pero a pesar del dolor se acercó a la seccional 14, de Marcos Paz al 6600, para radicar la denuncia correspondiente. Allí, según relató, recibió la asesoría correspondiente.
“En los nervios no llegué a anotar el número de la patente de la camioneta, pero en la comisaría me dijeron que Gendarmería tiene GPS entonces así se los va a poder ubicar. Yo sé que siempre paran dos chatas en 27 de febrero y Circunvalación, pero la verdad que no sé quiénes fueron”, completó Gabriel en la narración de un hecho completamente inusual.
El denunciante aseguró que los gendarmes golpearon la puerta del comercio, reclamaron documentación (los papeles de una computadora y la habilitación, dijo) y que primero fueron tres los que ingresaron al local, aunque luego se sumó un cuarto. “No sé cómo me pueden tener fichado, hace días que está el negocio. Yo me crié en el barrio, conozco a todos. Pero igual trato de cerrar temprano”, lamentó finalmente Gabriel, quien ahora espera una comunicación por parte de Fiscalía.