Un policía paró el feroz ataque de un perro a vecinos del barrio Azcuénaga con cinco disparos de su arma reglamentaria. En total, fueron cinco personas las agredidas por el animal, y dos de ellas sufrieron heridas de consideración por las mordeduras. En tanto, el animal sobrevivió a los disparos pero en grave estado en una clínica veterinaria.

La situación se desató este domingo por la tarde entre la esquina de San Juan y Matienzo, y la cuadra de Liniers al 1000. El perro, de raza pitbull, atacó primero a un niño y siguió fuera de sí por la calle sin que sus dueños parecieran buscarlo. En el trayecto mordió a cuatro personas más, una de ellas derribada sobre el pavimento.

Testigos de la escena contaron que el perro mantenía entre sus dientes una de las piernas de su víctima y no la soltaba a pesar de los golpes de otras personas que intentaban salvar al hombre atacado. 

Fue un policía de franco pero en servicio que vio la situación por casualidad e intervino con su arma reglamentaria para cesar la agresión. Lo hizo con 5 disparos que dejaron malherido al perro, junto a la última de sus víctimas.

El jefe de la Sección Ecológica de la Unidad Regional II de Policía, Daniel Medina, contó a Sí 98.9 que ante lo sucedido se procedió a la atención médica de las víctimas y el traslado del perro en un patrullero hasta la clínica veterinaria de Juan Manuel de Rosas al 1700.

Allí el perro tuvo una primera intervención quirúrgica para extraerle proyectiles del hocico, y de una pata, aunque le quedaron otros dos plomos en el abdomen.

“El animal es de la zona, pero su dueño no apareció aún. Tiene en el collar una chapita identificatoria con teléfono, pero no ha dado respuestas”, dijo el jefe policial. 

Un perro de raza pitbull como el que protagonizó el ataque.
Un perro de raza pitbull como el que protagonizó el ataque.

“Esta persona, sabiendo la clase de animal que tiene y cómo lo crió, no puede ser que lo deje en la vía pública. Es probable que se le haya escapado”, concedió Medina. 

Ya en la mañana de este lunes, los dueños del perro todavía no habían dado la cara. El veterinario Carlos Cossia, quien tiene al pitbull internado en su clínica dijo: “Nunca escucharán de mí que es una raza peligrosa. Hay dueños irresponsables, eso es todo. Hay que estar capacitado para tener un pitbull, porque es criar un arma si no se lo hace de manera responsable".