Durante la última sesión en la legislatura, la diputada del Gen Mónica Peralta exhortó al gobierno provincial, al Ente Regulador de Servicios Sanitarios (ENRESS) y a Aguas Provinciales de Santa Fe a que detallen los planes de remediación para sanear la cuenca. La solicitud fue presentada mediante un proyecto sobre tablas.

“Mediante este proyecto, solicitamos al Ministerio de Ambiente, responsable de la supervisión del área, y a las entidades ENRESS y ASSA, que proporcionen información sobre la situación actual de los residuos tóxicos arrojados al Arroyo Ludueña y que trabajen en la regularización de dicha situación. Además, pedimos que se detallen los planes de acción para llevar a cabo una limpieza adecuada del curso de agua mencionado”, detalló la diputada en un comunicado. 

Hace varios meses, una sentencia judicial puso en tela de juicio el predio comercial llamado "Fisherton Plaza Open Mall", ubicado en la ciudad de Funes y propiedad de Rusitano SA, como uno de los principales responsables de la contaminación que afecta al arroyo Ludueña. El fallo de primera instancia fue emitido por el Juzgado Civil y Comercial a cargo del Juez Marcelo Quiroga y se basó en un informe presentado por la fiscalía extrapenal liderada por la doctora María Laura Martínez. En dicho informe se detalló el accionar de la empresa y su relación con la contaminación del arroyo en cuestión. 

Peralta, quien forma parte de la Comisión de Medio Ambiente y Recursos Naturales de la Cámara, mantuvo reuniones con la fiscal Martínez y con el procurador de la Corte de Santa Fe, Jorge Barraguirre, para discutir la problemática ambiental relacionada con la contaminación de cuencas acuíferas como el arroyo Ludueña. Durante estos encuentros, se presentaron numerosos proyectos para abordar la situación y proteger esta importante área del humedal.

En relación a esto, mencionó que “a pesar de los múltiples proyectos presentados y los fallos judiciales emitidos, el arroyo continúa siendo utilizado como un vertedero de basura para todo tipo de residuos, lo que lo convierte en un foco de contaminación que afecta no solo el hábitat de la región y la salud de los residentes locales, sino también la de toda la ciudad y la provincia”.

Además, señaló que es desolador ver videos como el que se difundió recientemente en varios medios de comunicación, donde se puede observar una gran cantidad de botellas plásticas flotando en la desembocadura del arroyo Ludueña. Sin embargo, esta situación es constante debido a la contaminación generada por el ser humano, por lo que es necesario implementar soluciones políticas para abordar este problema.

El arroyo Ludueña es un importante curso de agua que surge como red de drenaje de 800 kilómetros cuadrados de campos de Rosario y localidades cercanas. Este cauce fluvial desemboca en el río Paraná, en la zona del barrio Arroyito. A lo largo de su recorrido, el Ludueña atraviesa toda la ciudad y convive a pocos metros de distancia con miles de habitantes.

Por la magnitud del problema, diputada Peralta ,manifestó la necesidad de que el Ministerio de Ambiente y el ENRESS lleven a cabo una fiscalización exhaustiva del territorio en cuestión y, simultáneamente, inicien un proceso de regularización que involucre la colaboración de diversas áreas de gestión. En su opinión, es fundamental que las autoridades asuman un compromiso político efectivo para encontrar una solución a este problema.

Durante febrero de 2022, se retiraron 450 toneladas de residuos pertenecientes a microbasurales en la zona, según informó la provincia. Sin embargo, a pesar de estas medidas, la contaminación sigue aumentando y los organismos encargados de la protección del medio ambiente, como ENRESS y ASSA, no están tomando medidas efectivas para solucionar el problema. Esto ha dejado al río Ludueña expuesto a los efectos negativos de los desechos tóxicos y la falta de acción del Estado. Así lo denunció la legisladora del GEN, quien ha expresado su preocupación por la situación actual de la zona.

Animales muertos y basura, la postal que se repite en el arroyo Ludueña