Loteos junto al Ludueña: advierten que Empalme puede volver a inundarse
Críticas por un desarrollo inmobiliario en el área de represa del arroyo. El vecinalista Osvaldo Ortolani advierte que ante un temporal extremo el agua no escurriría de manera correcta y causaría un desastre. “Quienes autorizan estas cosas son criminales”, dijo.
Una iniciativa inmobiliaria impulsada por un grupo inversor instalado en Funes desde el 2021 no para de sumar críticas. Esta vez, el ex concejal y vecinalista Osvaldo Ortolani, quien trabajó fuerte para erradicar las inundaciones históricas en Empalme Graneros, dijo este martes en Sí 98.9, que "por culpa de cuatro vivos que se llenan de dinero con la especulación inmobiliaria puede quedar otra vez una parte de la ciudad inundada”.
Las urbanizaciones y movimiento de tierras en la zona de la presa retardadora del Ludueña podría perjudicar aguas abajo a barriadas como Empalme Graneros, donde en la década del '80 el arroyo arrasó con todo con más de tres metros de agua sobre sus calles y viviendas. Es por eso que el vecinalista puso el grito en el cielo y acompañó el pedido de informe presentado por el senador del departamento Rosario, Miguel Rabbia.
"La cuenca del Ludueña está compuesta por 80 mil hectáreas. Con la siembra directa el escurrimiento aguas abajo dejó de ser en tres o cuatro días y pasó a ser de 36 horas. Luego se sumó otro protagonista, que es el loteador que loteó todos los terrenos bajos y baratos donde había lagunas que también son humedales y se están terminando”, lamentó.
La pendiente natural del arroyo es Roldán, Funes, Rosario. Por eso, ante una crecida repentina podría generar grandes anegamientos. Ortolani dijo que por acción u omisión, "todos somos cómplices de esta situación". “Hay que dejar de mirar para otro lado”, reclamó.
“Estos son negocios leoninos, especulación pura que genera un sinfín de interrogantes, da mucha duda”, sostuvo y recordó a quienes en los '80 quedaron bajo las aguas del Ludueña en Empalme Graneros. “Es una bandera de lucha que llevamos hace 40 años y la verdad que no sería grato que por la viveza de unos pícaros volvamos a tener dos metros de agua sobre nuestras cabezas. Es una locura”, marcó y dijo que quienes “autorizan estas cosas son criminales”.