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La ONG Mujeres tras las rejas denunció que las condiciones edilicias de la Unidad Penitenciaria Nº 5 ubicada en Thedy al 300 han empeorado en los últimos meses debido a la construcción de un edificio en las inmediaciones de la cárcel. Además, indicaron que en el lugar se sufre una invasión de alacranes, cucarachas y roedores.

"Han dejado en la desidia total al lugar porque se está esperando el traslado de las detenidas", planteó Graciela Rojas, referente de Mujeres tras las rejas, en diálogo con Rosarioplus.com

Las internas iban a ser trasladadas a principio de diciembre a la Alcaidía Regional de Rosario, ubicada en la intersección de calle 27 de Febrero y las vías del ferrocarril Nuevo Central Argentino, en la zona oeste de la ciudad pero el proceso se demoró. "Hemos informado la situación al consejo público de la defensa, pero no se toma ninguna medida", dijo.

"Se preveía esta situación porque la construcción iba a mover los cimientos", comentó Rojas y remarcó que las 40 mujeres que se encuentran encerradas en el Instituto de Recuperación de Mujeres de Rosario, y también los 10 niños menores de 4 años, deben convivir con alacranes, cucarachas y roedores.

Además, la referente de Mujeres tras las rejas recordó que debido al supuesto traslado de las detenidas, se dejaron de llevar a cabo los talleres de capacitación laboral, producción literaria y radio que la organización realizaba junto a las internas.

"Les han pedido a las chicas que devolvieran a su familias los elementos personales que ocupen mucho espacio, como heladeras, televisores, lavarropas, mesas y sillas, etc, porque el lugar a donde van no es muy grande", afirmó Graciela.

Según explicó, la Unidad Peniteciaria Nº 5 "no tiene las condiciones necesarias para albergar a mujeres con niños y niñas menores de 4 años" y la oportunidad de abandonar el edificio fue vista con mucha ilusión por parte de las detenidas. "Las internas están entusiasmadas con el traslado porque el lugar es invivible", indicó.

"Las mujeres necesitan un espacio propio, diseñado para ellas, diferente al de los hombres", remarcó la representante de la ONG y agregó: "No es lo mismo una mujer presa, que un hombre preso".

En cuanto a los motivos del traslado, Rojas destacó que la medida se tomó por presiones del sector privado y no por cuestiones vinculadas a los reclamos de las internas. "Puerto Norte se encuentra enfrentado a la cárcel, y no es el mejor espacio glamoroso para mostrar. Fundar intenta hacer un edificio, a gran escala, para venderlo a un nivel muy alto de la sociedad, al cual no le va a gustar ver la custodia armada desde su ventana", comentó.