Casi 300 niños fueron separados de sus hogares en los últimos tres meses
La cifra abarca a toda la provincia. Desde la Secretaría de Niñez reconocen un "crecimiento importante de medias de protección, que preocupa y ocupa". El incremento respecto al 2017 es del 26,5%
El trabajo, por lo general, se hace en silencio, sin repercusión mediática alguna. Una denuncia --anónima o del propio círculo social de la familia involucrada-- alerta sobre menores de edad que en sus hogares están sufriendo la vulneración de sus derechos, con situaciones de abusos, violencia y maltratos.
Al agotar todas las instancias de mediación, y al corroborarse que ninguno de los progenitores está en condiciones de brindar los cuidados parentales, la Dirección Provincial de Niñez solicita al poder judicial una medida de protección para separar a esa criatura de su círculo íntimo.
En las últimos días, algunos de estos casos tomaron estado público. Un bebé con una enfermedad congénita murió estando bajo custodia del Estado. Había sido separado de su madre, a quien la Dirección de Niñez ya le había retirado a sus otros cinco hijos por abusos intrafamiliares, con el padrastro y un hermano mayor involucrados.
En Villa Gobernador Gálvez, en uno de los tantos casos que el Estado no pudo llegar a tiempo, un joven de 21 años mató a su hijastro a golpes por un simple ataque de llantos. Este lunes, en tanto, cinco niños de entre dos y siete años fueron rescatados por la policía de una casa de barrio Belgrano en la que estaban encerrados, sucios y hambrientos.
Las cifras oficiales, según pudo averiguar Rosarioplus.com, dan cuenta en los últimos meses de un marcado crecimiento de las medidas de protección solicitadas en toda la provincia por situaciones graves de abusos y violencia dentro de los hogares.
Del 10 de agosto a esta parte, en un lapso de cien días, se adoptaron 177 medidas de protección excepcional que involucraron a 274 niñas, niños y adolescentes, de los cuales 86 son niñas y niños cuya franja etaria va de 0 a 5 años.
"Estamos frente a un crecimiento importante que nos preocupa y ocupa", reconoció la directora de Niñez de Rosario, Claudia Aguilera.
La funcionaria aclaró que la cifra apenas corresponde a una "mínima porción" de todos los casos en los que se detecta la vulneración de algún derecho. "Nuestra intervención es de segundo nivel. Actuamos en una última instancia, cuando ningún progenitor está en condiciones de hacerse cargo. El universo claramente es más amplio", detalló.
Aguilera negó un vínculo entre el aumento de denuncias con la crisis económica, un relación que aparece siempre en el imaginario colectivo de la sociedad. "Los casos atraviesan todos los estratos sociales, clases bajas, medias y altas. Lo que sí estamos viendo un mayor involucramiento de la gente a no tolerar casos de violencia y abusos contra menores, lo que podría ser una explicación", señaló.
Las medidas de "urgencia" --cuando se resuelve en pocas horas ante la imperiosa necesidad de sacar al niño de su entorno familiar-- también dan cuenta de esta tendencia en alza: en 2017 se tomaron 343 que abarcaron un total de 431 chicos. En lo que va de 2018, se libraron 434 medidas con 629 menos involucrados, es decir un incremento de 26,5%.
¿Tiene el Estado estructura para albergar y cuidar a estos chicos?
El 2016 marcó un desborde respecto a las instituciones de Niñez. El colapso incluyo trabajadores totalmente precarizados y centros de acogida abarrotados y sin plazas para albergar a más chicos. La provincia improvisó con habitaciones de pensiones y hosteles para salir del apuro, una medida que le costó la cabeza al subsecretario Horacio Coutaz.
En Rosario, por ejemplo, se utilizaron el Hotel Estación Callao (Callao 117), el Hostel Primera Estación (Dorrego 54), la Pensión de la Música (San Juan al 700), el Hotel Normandie (Mitre 1030), el Hotel Casapueblo (Fontezuela 1924) y el Hostel Quechua (Italia 872) para alojar a chicos con medidas de protección.
“No se hacía nada con los chicos, era más una asistencia, prepararle la merienda, las comidas, acompañarlos a los trámites. Los chicos pasaban horas encerrados en sus habitaciones", consignó el año pasado el Boletín Enredando en boca de una trabajadora que pidió resguardar su anonimato.
En paralelo, en aquel momento, la Defensoría de Niñas, Niños y Adolescentes de Santa Fe difundió un informe que elaboró junto a Unicef Argentina sobre la problemática. Los resultados fueron lapidarios: hogares con hacinamiento, niños con medidas excepcionales vencidas y serias dificultades para el acceso a la salud, entre otras irregularidades.
Para encauzar el área de Niñez, el gobernador Miguel Lifschitz cambió piezas para optimizar una de las áreas más débiles de su gestión. Designó a cargo de la cartera a la psicóloga Andrea Travaini, directora del Instituto Municipal de la Mujer. Aguilera fue la elegida para ocupar la dirección de Rosario.
"Desde que estamos en la gestión, el incremento de nuevas instituciones ha sido impresionante. Tenemos instituciones especializadas en las diferentes franjas etarias que antes no teníamos. El mes pasado, por ejemplo" se abrieron tres nuevas instituciones", confío Aguilera.
La directoria reconoció que se encontraron con un "fuerte déficit" en materia de alojamiento. "Con mucho trabajo hemos revertido todas las irregularidades que el informe de la Defensoría había relevado. Nos queda mucho por hacer, pero tenemos logros para mostrar", afirmó.