El Ministerio de Salud provincial desplazó al jefe del servicio de diálisis del Hospital Centenario, Osvaldo Rodenas, luego de que el último fin de semana tomara estado público la aparición de infecciones por hepatitis C en unos 20 pacientes del área de diálisis.

"Decidimos el corrimiento preventivo del profesional de la jefatura en acuerdo con él, y se dedique en un entorno que no sea puesto en dudas. Por eso, se lo va a dejar haciendo tareas ambulatorias", explicó en Sí 98.9, el secretario del tercer nivel de Salud, Federico Fiorilli.

El problema motivó el refuerzo de medidas de bioseguridad y capacitación del personal, debido a que los contagios se produjeron por deficiencias en el manejo de elementos empleados en el proceso de purificación sanguínea. Pero la cuestión no terminó allí, sino que se dispuso una auditoría externa para determinar el origen del brote. 

"Nosotros tomamos conocimiento hace un mes de estos acontecimientos y se tomaron medidas, es decir, evitar nuevos ingresos. Y reestructurar la bioseguridad".

En los últimos días trascendió que eran cinco los fallecidos, sin embargo, Fiorilli aclaró que no tienen relación con el contagio de la Hepatitis C. Los 20 pacientes se encuentran asintomáticos, con inflación hepática pero ninguno está grave", afirmó.

El responsable del área había sido separado de su cargo en 2003 por una situación crítica donde murieron nueve pacientes después de contraer hepatitis B. Rodenas fue separado del cargo y restablecido sin causa judicial en contra.

En el Centenario funciona el único centro de diálisis del sur de la provincia de carácter público. La mayoría de sus pacientes tienen escasos recursos económicos, y muchos viajan hasta 3 o 4 veces por semana desde localidades de la región para someterse a diálisis. Este proceso lo realiza una máquina que cumple las funciones de un riñón en pacientes con esa insuficiencia. Filtra toxinas y exceso de agua en la sangre, condición indispensable para vivir.

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