La Administración Federal de Ingresos Públicos, a través de la Dirección General Impositiva, llevó a cabo un amplio operativo de control con el objetivo de desarticular potenciales maniobras de fraude en la cadena de comercialización de la industria vitivinícola.

Los procedimientos de fiscalización se efectuaron sobre 16 bodegas, 42 distribuidoras de vino y 15 establecimientos dedicados al enoturismo, ubicados en las provincias de Mendoza, San Juan, Neuquén, Salta, Córdoba, Misiones, Chaco, Corrientes, Santa Fe, Buenos Aires y en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. 

Con la colaboración de las Fuerzas de Seguridad Públicas, el operativo se orientó principalmente a la detección de inconsistencias en la cadena de comercialización como subfacturación u omisión de ingresos o ventas y detección de personal no declarado.

Como resultado de la acción desplegada por más de 120 agentes especializados de todo el país, se realizaron interdicciones en bodegas de la provincia de Mendoza, encontrando 6.500.000 litros de vino en elaboración y 95.000 litros de mosto, de los que el establecimiento visitado no podía justificar el origen ni trazabilidad de los mismos. El valor de la mercadería interdicta supera los $5.200 millones de acuerdo con el valor promedio de ventas exhibido por la Bolsa de Comercio de Mendoza.

Asimismo, en los establecimientos visitados se detectaron infracciones por incumplimientos a las normas de facturación, labrándose las actas correspondientes.  En el control previsional realizado sobre un total de 200 empleados relevados, se advirtieron algunos de ellos no declarados o con remuneraciones registradas por valores inferiores a los reales.  También se detectaron empleados declarados por terceras empresas de baja o nula capacidad económica, maniobra que se condice con el incremento ficticio de costos.

Por su parte, en las bodegas boutique que prestan servicios de hotelería y gastronomía, ante la detección de falta de emisión de comprobantes por las reservas de pasajeros y comensales, se labraron actas. Además, en ese rubro se llevaron a cabo los denominados “puntos fijos virtuales” que, sin interferir en la operatoria habitual del lugar, controlan el nivel de ventas de los locales a través del Monitoreo Electrónico de Ventas (MEVEN).

Cabe resaltar que el Fisco continúa intensificando los controles sobre la cadena de comercialización de los distintos sectores, apuntando a la participación de intermediarios sin capacidad económica para realizar las operaciones en las cuales intervienen.