Según un reciente estadístico privado, la actividad hípica en Argentina ha creado más de 81 mil puestos de trabajo, tanto directos como indirectos, en áreas que van desde la cría de caballos hasta su cuidado y participación en competencias. Este ecosistema laboral se traduce en que aproximadamente 350 mil personas dependen de esta industria para su sustento.

Los datos provienen de un estudio privado titulado “La industria del sangre pura de carrera en Argentina. Importancia social y económica”, elaborado por los analistas Lisicki Litvin y Asociados junto a Orlando J. Ferreres y Asociados. El informe revela que, en 2016, la actividad hípica en Argentina generó un total de 81,738 empleos, incluyendo tanto los registrados como los no registrados. Esto posiciona al país como uno de los líderes mundiales en cuanto a la creación de empleos en este sector, donde las carreras de caballos son solo la cara visible de una actividad que comienza en el campo y abarca múltiples facetas relacionadas con el cuidado de los equinos.

A nivel internacional, solo el Reino Unido supera a Argentina en términos de empleo, con 82,500 puestos relacionados. Francia sigue con 70,500, mientras que Sudáfrica y Uruguay cuentan con 16,244 y 16,000 empleos respectivamente. Argentina, además, tiene una de las mejores proporciones entre la cantidad de caballos y los empleos generados, con aproximadamente cuatro puestos de trabajo por cada caballo de sangre pura, cifra que se aproxima a los cinco de Francia y supera a Uruguay y Sudáfrica.

El informe también destaca que, en cuanto a los empleos directos, Argentina alcanzó los 16,246 en 2016, distribuidos entre haras, el cuidado de los caballos, tanto de alto rendimiento como en prácticas más básicas, y las competiciones. Este panorama subraya la relevancia del turf como motor económico y social en el país.