Frigoríficos reconocen que hay poco control en el negocio de la pesca
Entre los frigoríficos exportadores de pescado –actores hasta ahora ausentes de la polémica por la veda pesquera– hay quienes asumen que el control de la extracción comercial en la cuenca del Paraná no es el adecuado, y que también hace falta legislación que permita ubicarlos en otro esquema de producción. Una ley que promueva los criaderos, por ejemplo. Fernando Borghini, miembro de la Cámara de Frigoríficos Exportadores de Pescado de Río reconoció la falta de estudios relacionados con la industria pesquera en la cuenca del Paraná, cómo también evaluaciones sobre el estado de la fauna ictícola. “No es cierto que el recurso está en peligro. El sábalo es un recurso renovable y sustentable, pero es verdad que no hay estudios recientes sobre el tema”, reconoció.
El empresario pesquero aceptó que no hay estudios serios sobre el recurso ictícola, pero –en una entrevista publicada por Aire de Santa Fe– aseguró que no hay sobreexplotación como sostienen científicos y organizaciones ecologistas. "Si tuvieran razón, no habría más pescado”, sintetizó.
Borghini representa a siete de las empresas que exportan pescado a Brasil, Colombia y Bolivia. De esas factorías, dos son cercanas a la ciudad de Santa Fe y otras se encuentran en el centro norte de la provincia. Como vocero de ese grupo, aseveró que esas industrias respetan la medida reglamentaria exigida de 42 centímetros de talla para capturar el sábalo. No obstante, reconoció que los controles son escasos y que el estado santafesino tiene pocos inspectores.
“No se exporta harina de pescado, eso es un mito y no es rentable. El sábalo se vende al exterior entero y congelado en una caja de cartón de 20 kilos, con triple empaque”.
“Hay una creencia de que el frigorífico exportador de pescado es la gallina de los huevos de oro y no es cierto. Tenemos 500 operarios en las siete plantas. Les aseguro que si aparecen inversores hay varias plantas que se venden”, consideró Borghini.
Según explicó el vocero, nada es lo que parece ya que la actividad no es tan rentable. Los costos son en dólares, además del pago de sueldos a los empleados. Por último, dijo que es necesaria una legislación provincial que permita la crianza en granjas para el engorde de los pescados.