Cristian Paniagua, el árbitro atacado en un partido de fútbol 5 por un jugador que luego se suicidó, decidió salir al cruce de declaraciones que lo acusaron de extorsionar a su agresor.

"No quería salir a hablar, pero se están diciendo muchas cosas que no son verdad. Yo hablé con él el domingo y le dije que por lo que hizo él no pude juntar la plata, que me podría haber matado. Yo buscaba una disculpa de corazón, no plata", dijo a la radio Splendid, de Buenos Aires.

El referí expresó pesar por la decisión del violento, Williams Tapon, de acabar con su vida con una pistola con tal de no ir a la cárcel.

"La intención no era que se suicidara, sino que se tome conciencia y que no reaccione más con violencia. Lamento mucho la decisión que tomó el pibe".

Paniagua recordó los momentos de esa noche, desarrollados en un complejo de canchas de la localidad de Sarandí, en el partido bonaerense de Avellaneda. "Vi que estaban tomando cerveza afuera de la cancha. Le saco la roja al siete. Me tira un cabezazo, me voy para atrás. Nunca veo a William venir. Me pega unas piñas, me caigo y antes de poder levantarme me pega una patada en la cabeza. Me desperté yendo para el hospital".

"Yo no quería que termine mal. Yo hablé con él para ver si le salía una disculpas del corazón. Jamás le pedí plata. Le expliqué que yo era padre de familia, que era el primer partido, que no puede reaccionar así. Lo único que me dijo es que lo hizo en caliente", sentenció el árbitro que negó la acusación de haberle pedido dinero para callar el tema.