La ampliación de la red de gas saldrá del bolsillo de los usuarios
Ante el incumplimiento del Estado Nacional y la vista gorda de Litoral Gas, 8.200 nuevos propietarios tuvieron que desembolsar un total de 123 millones de pesos (15 mil cada uno) para poder tener gas en sus viviendas. Pese al nuevo cuadro tarifario, aún no se sabe cuándo la firma que presenta el servicio retomará las inversiones
La ecuación no cierra por ningún lado. Al menos para los usuarios. Quienes ya tienen instalado el servicio de gas se desayunaron meses atrás con un brusco aumento de la tarifa. Sin embargo, el desembolso de más dinero para costear un insumo básico del hogar alcanza también a los rosarinos que pretenden conectarse a la red. Hay 8.200 nuevos propietarios que tuvieron que pagar 15 mil pesos para concretar obras postergadas de infraestructura que necesita la ciudad. Ni el Estado, ni Litoral Gas se hicieron cargo de la inversión.
La solución de crear un fideicomiso para ampliar la red de gas no es nueva. Se trata de una experiencia que ya tiene dos antecedentes. La primera fue hace tres años cuando la empresa que presta el servicio dejó de invertir en infraestructura. La firma se excusó en un acuerdo con el gobierno nacional. ¿Cuál fue el trato? Tarifa a cambio de obras. La empresa se comprometía a congelar las facturas y el Estado a absorber los costos de los futuros trabajos para ampliar el servicio.
Ante la demora de los fondos, en 2013 se diseñó un primer fideicomiso que permitió llevar el servicio a 6.500 nuevas unidades de vivienda (en su mayoría edificios), comercios o instituciones. Luego, año y medio más tarde, se concretó un segundo proceso con otras 7 mil bocas. El dinero siempre salió de los bolsillos de los usuarios.
El año pasado, el Estado Nacional a través del Plan "Más Cerca" anunció finalmente una erogación de 80 millones de pesos para extender la red y posibilitar así la etapa de ejecución de las conexiones. Por tal motivo, el municipio, un actor clave en el conflicto (es quien otorga los permisos de edificación), licitó y adjudicó los trabajos a la empresa Peitel S.A. para que ejecute el plan de obras.
Pero la transferencia nunca se hizo. "La raíz del problema es que no recibimos ni el dinero ni los recursos para poder hacer las obras. Hoy el panorama es complicado porque no tenemos los fondos para hacer una obra que necesita la ciudad", admitió en febrero Susana Nader, secretaria de Obras Públicas del Municipio, cuando Rosarioplus.com le consultó sobre las demoras de los trabajos.
Mesas más tarde, las nuevas autoridades del Ministerio de Energía y Minería de la Nación dieron de baja el proyecto. ¿Cuál fue la explicación? La intención de volver cuanto antes a un esquema sin subsidios,con tarifas elevadas y con la empresa a cargo del servicio invirtiendo en las obras de ampliación de la red.
Sin embargo, por el momento, el nuevo cuadro tarifario no vino acompañado de anuncios de inversiones por parte de Litoral Gas. Por tal motivo, se decidió armar un nuevo fideicomiso a través del Banco Municipal, que cerró semanas atrás. Un total de 8.200 usuarios juntaron 123 millones de pesos para costear un gasoducto, tres obras de refuerzos y la modificación de seis estaciones reguladoras de presión. Los trabajos empezarán en breve y finalizarán en julio del año que viene.
Según pudo averiguar Rosarioplus.com, las inversiones no aparecen en el horizonte cercano de Litoral Gas. La firma ya está realizando los informes técnicos para poder abrir a fin de año un cuarto fideicomiso con otros seis mil nuevos propietarios. "Nada garantiza que con el aumento de las tarifas haya inversiones, sobre todo en el corto plazo. Una posibilidad es que la empresa quiera recuperar toda la rentabilidad perdida antes de hacerse cargo de las futuras obras. Estamos ante un escenario incierto", explica Marcelo Passardi, presidente de la Asociación de Empresarios de la Vivienda (AEV).
El dirigente señala que los usuarios "necesitan el gas y no pueden esperar", de ahí la ejecución de un un nuevo fideicomiso. "Lo que está claro es que los usuarios no deberían pagar estas obras. Hay un Estado, ya sea local, provincial o nacional, y una empresa que presta el servicio que deberían hacerse cargo. La gente está pagando los platos rotos", sentencia Passardi.