El gremio de taxistas retira el servicio desde las 11 para realizar una marcha que promete ser bien visible, desde el extremo sur hasta la sede municipal de Rosario, en reclamo contra las plataformas digitales de transporte de pasajeros que le ponen en jaque su actividad. 

Las entidades que agrupan a los titulares de licencias, y la Cámara de Titulares de Taxis (Catiltar) tienen cita a las 11 en el puente Molino Blanco (Ayacucho y Circunvalación), para marchar hasta el Palacio de los Leones. Apuntan al intendente Pablo Javkin: le exigen que combata las apps como Uber y Didi, que funcionan fuera de la legalidad en Rosario, y reprochan al oficialismo en el Concejo que adhiere a esa actitud de “dejar hacer”.

Los taxistas confrontan sus números y reconocen que en época donde la plata no alcanza, el usuario elige servicios menos onerosos. Y esta misma crisis es la que empuja a automovilistas particulares a intentar un rebusque con estas plataformas.

“El servicio de transporte del pasajero tiene una ecuación económica en la cual se tiene que respetar. Si un viaje tiene un costo operativo de, vamos a poner, 10, no se puede cobrar 4. Eso a la larga se va a fundir la persona que, a lo mejor por empatarle a fin de mes, toma su auto particular, se baja la aplicación y sale a hacer el trabajo nuestro”, dijo Horacio Yannotti, del Sindicato de  Peones de Taxi.

“A corto plazo la gente se va dando cuenta de eso, pero mientras tanto, como la situación económica reinante es tan mala, entonces no le queda otra alternativa que recurrir a test de transporte ilegal sabiendo las consecuencias que puede traer siendo transportada de esa forma clandestina”, redondeó.

El gremialista del taxi remarcó en su análisis: “Esto hace que una persona pone su auto a disposición de Uber o Didi, su propio capital, con tarifas que luego verá no son reales: es pan para hoy y hambre para mañana”.

Yannotti advirtió que las apps ilegales están acabando con el taxi en Rosario. “Han terminado con la vida del taxista, el sector taxista está haciendo un esfuerzo enorme en comprar tecnología, en tener aplicaciones propias, pero acá hay un problema muy grave. El problema pasa por las tarifas que Uber y Didi hoy están cobrando”, indicó. Hoy los tacheros observan que ya no son competencia para Uber y Did. “La competencia es entre ellas”, se resignó.

El oficialismo responde tajante

La causa de los taxistas viene de arrastre. En febrero pasado, la presidenta del Concejo municipal, María Eugenia Schmuck, repelió con vehemencia la queja de los dueños y choferes."El taxi no está en crisis porque existen aplicaciones. Está en crisis porque no se adapta a lo que los usuarios necesitan. El problema no es la normativa, es falta de decisión para mejorar", disparó.