La iglesia de gente rota: ¿Por qué crece el evangelismo en el país?
La batería comienza a marcar el ritmo de la canción: pam, tutun, pam, tutun, pam. Se suman las guitarras y el bajo con los primeros acordes. Casi al instante, los teclados introducen la melodía que hará emocionar a los asistentes. La banda de rock hace su presentación en medio de un auditorio repleto, el vocalista sale a escena para comenzar con el show. Se viene el primer tema del día y el frontman inaugura la fiesta: "Buenos días amados hermanos, Dios los bendice grandemente".
Esta escena se repite a diario en la mayoría de los barrios populares de la ciudad. Con diferentes ritmos y oradores las iglesias evangélicas celebran la palabra de Dios en templos repletos de fieles. Según la Segunda Encuesta Nacional sobre Creencias y Actitudes Religiosas en Argentina, realizada por el Centro de Estudios e Investigaciones Laborales del Conicet, en la última década se duplicó la cantidad de evangélicos en el país, y en la actualidad alcanza al 15.3 por ciento de la población (en 2008 llegaba al 9%).
Además de su incremento cuantitativo, el movimiento pentecostal (al cual pertenece el 13% de las personas encuestadas) obtuvo un logro histórico para la religión en el país: obtener representación política directa en la Cámara de Diputados de Santa Fe a través del pastor evangélico Walter Ghione y el profesor rafaelino Juan Domingo Argañaraz.
El notable crecimiento de las congregaciones en la región –en Rosario se estima que hay más de 700– se debe a diferentes factores pero acaso su denominador común haya que buscarlo en la crisis socio económica del país y de Latinoamérica.
"Los evangélicos crecen en momentos de descenso social, esto es un comportamiento que se dio en América Latina", afirmó Mariela Mosqueira, investigadora adjunta del Conicet con sede en el Programa Sociedad Cultura y Religión del CEIL, en diálogo con Rosarioplus.com.
La profesora de Sociología de la UBA explicó que los grupos evangélicos están conformados, en un 40 por ciento, por personas desocupadas, y del 60% restante, solo 3 de cada 10 tiene un trabajo registrado. Además, la docente comentó que casi el 55 por ciento, solo tiene el secundario incompleto, y el 90% concurrió a escuelas públicas. "Los grupos evangélicos se extienden entre sectores populares", indicó.
La semana pasada, más de 500 pastores y referentes de la provincia de Santa Fe se reunieron en el teatro La Comedia y presentaron la construcción de un mapa de iglesias evangélicas de Rosario para que cada congregación disponga de esa información a los fines de poder optimizar su labor social. En dicho relevamiento, donde ya se cargaron alrededor de 490 iglesias rosarinas, se puede observar que la ubicación de los templos concuerda con las zonas rojas del mapa de índice de calidad de vida (ICV) desarrollado por el Conicet. Es decir, el trabajo evangélico se desarrolla en las zonas de mayor vulnerabilidad.
Al igual que la doctora en Ciencias Sociales (UBA), el diputado electo Ghione planteó: "La gente que concurre a nuestra iglesia no viene porque quiere ver como es el culto evangélico, sino porque tiene muchos problemas".
En diálogo con Rosarioplus.com, el pastor agregó: "Los problemas sociales que estamos atravesando hacen que la gente se acerque a abrazar la Fe de una manera muy fuerte". Como referente del movimiento pentecostal, Ghione destacó la manera "descontracturada" para acercarse a Dios que tiene la religión y "la impronta de contención muy fuerte". "La iglesia está llena de gente rota", remarcó.
Bolsonaro y los evangélicos
"La actuación de los evangélicos en política no es novedosa, en la década de los 70 y 80 empiezan a aparecer partidos, pastores o creyentes que se lanzan al espacio político. Es algo que viene ocurriendo en diferentes países de latinoamérica", señaló Mosqueira.
En cuanto a la ideología política de la congregación, la investigadora aclaró: "No siempre tuvieron un discurso de derecha; en los ochenta muchos de los sectores evangélicos estuvieron en los movimientos de liberación nicaragüense, muchos se han puesto en contra de la dictadura de (Augusto) Pinochet en Chile".
Además, la docente recordó que el vicepresidente del gobierno de Luiz Inacio Lula da Silva, José Alencar, era evangélico. "Es una generalización decir que los evangélicos sólo se comportan políticamente hacia el sector de la derecha", manifestó.
Por su parte, Ghione también reflexiona sobre el movimiento pentecostal en el continente y en particular en el gigante de América del Sur. "El fenómeno Brasil lo seguimos desde hace tiempo. El mismo movimiento evangélico que votó ahora a (Jair) Bolsonaro votó a Lula en 2003 y apoyaron ese proceso para sacar de la extrema pobreza a la gente", enfatizó.
Sobre la victoria del militar retirado en las elecciones de 2018, el pastor reflexionó: "Fue un voto cargado de bronca, contra algunas políticas públicas que estaban impulsando desde estos sectores que en su momento habían trabajado juntos". "Lamentablemente, la falta de sabiduría que tienen los dirigentes políticos, en hacer giros ideológicos tan fuertes, hace que la gente reaccione", analizó quien asumirá como legislador provincial por el partido Unite, en el bloque Somos Vida y Familia. Asimismo, señaló que la sociedad brasilera "es muy conservadora".
"Bolsonaro no es producto de la iglesia evangélica, es simplemente hacia donde se encauzó el voto por la reacción que hubo", aclaró.
De la iglesia a la política
Podría considerarse que los motivos por los cuales los evangélicos dejan su rol pasivo, políticamente hablando, y deciden presentar a candidatos en las últimas elecciones nacionales y provinciales son varios: acelerar la venida de Cristo, recuperar valores del cristianismo que se han perdido en la dirigencia política, lograr una mejor calidad de vida en los sectores vulnerables, etc.
"Primero, tenemos una lectura más teológica sobre el impulso de participar en las distintas áreas de la sociedad para acelerar la venida de Cristo; esto fue un giro cosmológico que se da en las iglesias evangélicas en las décadas del 70/80 y por el cual empiezan a participar en política", señaló Mosqueira.
Durante mucho tiempo, los evangélicos consideraron que la Segunda Venida del Salvador estaba cerca y debían esperarlo de forma aislada. "Antes pensaban que Jesús iba a venir pronto y entonces ellos se tenían que encerrar en las iglesias y no participar en nada para no retrasar la venida de Cristo", explicó la investigadora.
Sin embargo, dicha interpretación se modificó y se instaura la teología del “Reino presente” que propone la necesidad de un trabajo activo por parte del creyente y la iglesia para la construcción del Reino de Dios en este tiempo y este mundo con el fin de “acelerar” el regreso de Cristo.
"Nosotros antes no participábamos porque nuestros principios y valores cristianos estaban presentes en los dirigentes políticos", comentó Ghione y aclaró: "En las últimas décadas comenzamos a ver que los políticos no tenían esa convicción y la política había perdido esos límites morales y éticos que el cristianismo coloca. Cuando corrés tanto los límites tenés un abismo, comenzamos a observar que teníamos que ir a la política por esa razón".
Luego del giro cosmológico que los impulsó a involucrarse en política, los evangélicos, en su mayoría pentecostales, comenzaron a llevar sus reclamos al Estado. En Argentina, tras la apertura democrática, empezaron a movilizarse para obtener una nueva Ley de Registro Nacional de Cultos (21.745). Recién en 1993, el Movimiento Cristiano Independiente (MCI) se convirtió en el partido evangélico que participó en las elecciones generales en la provincia de Buenos Aires (también en 1995) y de la convocatoria a la Asamblea Nacional Constituyente en 1994. La primera experiencia en los comicios tuvo escasos resultados.
Los fracasos electorales, llevaron a los movimientos evangélicos a postergar su participación sin alianzas en los comicios por algunos años. Aunque los votos no eran suficientes para acceder a algún cargo legislativo o ejecutivo, algunos referentes de la comunidad fueron ingresando en espacios gubernamentales (como Direcciones de Culto en determinados municipios o comunas).
"Con la crisis del 2001 empiezan a intervenir en las cuestiones sociales, y a partir de ahí comienzan otra vez a participar en política", apuntó la profesora de la carrera de Sociología de la UBA.
La aparición política evangélica más destacada siglo XXI fue, quizás, la obtención de una banca en la Cámara de Diputados de la Nación por parte de Cynthia Hotton, en 2007. La licenciada en Economía, perteneciente a una de las congregaciones más importante de la Argentina, llegó a la Legislatura como candidata del macrismo pero a los dos años de su asunción formó su propio partido, Valores Para mi País. Este años, fue candidata a vicepresidenta por el Frente Nos, secundando a Juan José Gómez Centurión.
En Santa Fe, como se mencionó al comienza de la nota, el pentecostalismo logró dos cargos legisltativos en la Provincia, tras un intento fallido para acceder a un escaño nacional en 2017.
"Nosotros somos como progresistas conservadores, aunque suene contradictoria la definición. Hacemos un gran trabajo social para sacar a la gente de la pobreza y aplaudimos las políticas públicas que vayan a favor donde la gente pueda crecer, tener un trabajo digno, producir", consideró Ghione, a la hora de analizar la ideología política de su espacio, y agregó: "Siempre hemos apoyado a un mercado interno que sea fructífero, pero con una mirada conservadora en algunos temas que no hemos sido respetados".
"El progresismo, cuando se va del eje, termina en un populismo ideológico muy triste porque nuestra América latina está impregnada de cristianismo y eso no se puede desconocer porque nuestra religión es la esencia de la cultura", señaló el pastor.
El aborto como detonador
El tratamiento en el Congreso de la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo en 2018 impulsó a la comunidad religiosa a salir a las calles para defender los que ellos llamaron "las dos vidas". Con la Biblia como fundamento y las instituciones cristinanas como espalada, miles de personas se manifestaron, con su pañuelo celeste en el cuello, en contra de la legalización del aborto.
El debate del proyecto, y posteriormente la oposición a la implementación de la ESI (Educación Sexual Integral), permitió que los fieles de las iglesias evangélicas vean con buenos ojos la participación directa en las elecciones locales y nacionales.
"Los grupos religioso en general se oponen a estos cambios (aborto y matrimonio igualitario) porque sus matrices doctrinales son fuertemente patriarcales. Además, en los sectores populares las ideas de familia y maternidad clásica son muy fuertes, por eso moviliza", indicó Mosqueira.
"El aborto fue el tema por excelencia donde comenzás a ver cómo los políticos empiezan a negar el derecho a la vida", señaló el diputado electo de Somos Vida, y agregó: "Las personas también comienza a ver esa falencia a los políticos".
En tanto, según al investigadora del Conicet, el movimiento pentecostal santafesino "ha tenido cierta madurez política para articular sus iglesias y construir candidatos propios en la región".
"El crecimiento tan fuerte que está teniendo el movimiento muchas veces nos desorganiza", comentó Ghione y concluyó: "Ahora tenemos esa madurez política como para poder unirnos y en algunos temas específicos ponernos la misma camiseta".