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La concejala y vicepresidenta del Ente de la Movilidad, Renata Ghilotti, propone una revisión total del esquema de movilidad en Rosario. A su entender, los dos meses de paro del transporte urbano dejaron “una enseñanza” sobre un sistema que está colapsado y necesita cambiar.

A entender de la legisladora de Cambiemos, la ciudad tiene problemas históricos que deben ser atendidos lo antes posible. La seguridad de los usuarios, la integración de los barrios, frecuencias, limpieza y el sistema de bicicletas públicas son algunos de los puntos a mejorar.

“En toda crisis nace la oportunidad. Rosario puede mejorar la cantidad, calidad y sustentabilidad de sus sistemas de transporte, y a su vez, puede trabajar en la seguridad de los usuarios y en la integración de los barrios bajo un esquema de accesibilidad e infraestructura acordes”, sostuvo la concejala Ghilotti para pedir que se conforme una mesa trabajo entre ediles, municipio y directorio del Ente de la Movilidad.

Para la cambiemista, “los dos meses de paro deben dejarnos una enseñanza. Estamos de acuerdo en que el transporte urbano de pasajeros no funciona en este marco de pandemia y necesita del auxilio nacional. Pero también, debemos reconocer que nunca lo hizo correctamente y que el sistema planteado por la anterior gestión fue un fracaso rotundo”.

Propuestas

Ghilotti entiende que las últimas gestiones solo cumplieron con algunos remiendos que intentan disimular problemas que llevan años. En ese sentido criticó: “Construyeron en Rosario una serie de parches en materia de movilidad que necesitan ser abordados integralmente de una vez por todas bajo una mirada estratégica, de inclusión, progreso productivo y cuidado del medio ambiente”.

Para avanzar en un sentido diferente propone un plan de transformación constante e interdisciplinario que incluya “ampliación del sistema de bicicletas y sponsorización para la reducción de costos,  ciclovías seguras y conectadas, reglamentación del uso de monopatines, generación de zonas calmas  y exclusivas para el transporte público en determinados horarios,  peatonalizaciones, estaciones multimodales y las transformaciones barriales que sean requeridas para incluir a todo el ejido de la ciudad  dentro de este auspicioso plan”.

Sobre el rediseño del transporte urbano, Renata afirmó que “se deben resolver los problemas históricos en materia de frecuencias, limpieza y recorridos. Solo así podremos revertir la histórica pérdida de pasajeros y pasar de un círculo vicioso a uno virtuoso donde el colectivo se convierta en una pieza clave de la integración social, del comercio y del desarrollo productivo de nuestra ciudad”.

Para concluir Ghilotti subrayó que “la integración planteada no debe ser solo urbana, sino también social”, y que estos cambios requieren “considerar la diversidad, la accesibilidad y el acondicionamiento del espacio público de todos los barrios”.