La Provincia creó un observatorio para vigilar el uso del suelo
Santa Fe presentó su propio Observatorio de Suelos. Las inundaciones de los últimos tiempos motivaron la creación del nuevo ámbito, dependiente del Ministerio de la Producción y del que participan distintos organismos de investigación como las Facultades Agronomía de Rosario y Esperanza, el Inta, el Colegio de Ingenieros Agrónomos y entidades pertenecientes al sector. Desde la Provincia explicaron que el mismo estará a cargo de realizar un relevamiento de las tierras y un análisis de los distintos indicadores y su diagnóstico, para luego consensuar un plan de recuperación.
El ministro de Producción, Luis Contigiani, explicó que el observatorio “será una herramienta clave y estratégica que tiene que responder a las demandas de estos nuevos tiempos, a desafíos productivos, climáticos y de sustentabilidad que la historia nos está poniendo por delante. Nos tiene que dar la profundidad estadística y de diagnóstico para, a partir de ahí, lanzar visiones estratégicas”.
Por otro lado, el secretario de Agricultura, Marcelo Bargellini, admitió que el gobierno se volcó al tema “en función de las problemáticas de inundación que tenemos desde el año pasado”.
El flamante Observatorio analizará especialmente los tipos de suelo que se encuentran en la provincia y las problemáticas que se generan. Los funcionarios adelantaron que se buscará “establecer una agenda sobre los sistemas productivos y cómo trabajamos para la conservación y mejora de los suelos”.
La soja y las inundaciones
El Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) expresó con números el daño de la consolidación de la soja como el principal cultivo agrícola del país. Informó que un campo sembrado con esta semilla absorbe diez veces menos agua que un bosque nativo y tres veces menos que una pastura con ganado.
Rosarioplus.com publicó a comienzos de año un informe que confirma que Santa Fe es la tercera provincia con más soja cosechada, después de Buenos Aires y Córdoba, con una media consolidada en los últimos años de 3.500.000 hectáreas.
Las consecuencias saltaron a la vista de un tiempo a esta parte con las copiosas lluvias que provocaron inundaciones en distintos puntos de la provincia. El fenómeno produjo, entre otros efectos, un enorme golpe a los productores lácteos santafesinos que en muchos casos decidieron migrar del tambo al matadero.