Argentina condenó a 660 militares y civiles en los juicios celebrados hasta el momento por los crímenes de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura militar, de cuyo origen se cumplen este jueves 40 años.

Estos datos se desprenden del último informe de la Procuraduría de Crímenes contra la Humanidad, publicado en diciembre, cuando se celebraron 30 años de la histórica sentencia conocida como "el juicio a las Juntas", que condenó a los máximos jefes de la dictadura por las masivas violaciones de derechos humanos cometidas.

Tras ese proceso, que concluyó con fuertes penas, entre ellas cadena perpetua para el dictador Jorge Videla, fallecido en 2013 en la cárcel, la Cámara Federal recomendó investigar las responsabilidades de los mandos inferiores, tomando como referencia los testimonios y la prueba documental producida durante el juicio.

Fue cuando se abrieron cientos de causas en todo el país que luego fueron interrumpidas por las leyes de punto final y obediencia debida sancionadas en 1986 y 1987. Sin embargo, en 2005 la Corte Suprema de Justicia declaró la inconstitucionalidad de esas leyes y en 2006 los juicios volvieron a retomarse.

Números

En la actualidad hay 521 causas activas y 2.220 acusados se encuentran o fueron investigados, pero existen otras 220 que fueron acumuladas a expedientes principales (en algunos casos, conocidos como megacausas) en distintas instancias de la investigación.

El 33 por ciento de los acusados fueron sentenciados -el 30 por ciento condenados y el 3 por ciento absueltos-, y 368 causas aún no obtuvieron sentencia. Asimismo, de los detenidos, condenados o no, el 56 por ciento se encuentra en dependencias penitenciarias, el 41 por ciento cumple arresto domiciliario y el resto está detenido en dependencias de fuerzas de seguridad o en centros de salud.

Un total de 243 acusados fallecieron o fueron declarados incapaces sin recibir sentencia y hay 58 prófugos de la Justicia.

No obstante, a diciembre de 2015, sólo el 24 por ciento de las condenas (660 en total) y el 15 por ciento de las absoluciones (9 de 60) son firmes por confirmación de la Corte Suprema o por no haber sido recurridas. Actualmente, de los presidentes de facto del país, solo vive Reynaldo Bignone, de 88 años, el último dictador argentino (1982-1983), también encarcelado.