Al menos 90 muertos y más de 250 heridos fue el saldo del terremoto de 8,2 grados en la escala Ritcher que aquejó el territorio mexicano, seguido de mas de 720 réplicas que continuaban este fin de semana, y el presidente Peña Nieto declaró tres días de duelo.

Virginia Rebacante es una rosarina que acababa de cenar tras haber arribado a la ciudad de San Cristóbal de las Casas cuando se fue a acostar en el hostel y todo se movió por un buen rato. Meses antes trabajaba de administrativa en una empresa local, y segura de que "la vida es algo más que trabajar nueve horas" desde mayo trabaja y viaja de mochilera por México.

“A eso de las 11.30 de la noche ya estaba sola en mi habitación, y hablaba con una amiga de Rosario por teléfono cuando las peredes y la cama empezaron a temblar”, recordó en diálogo con Rosarioplus.com, y prosiguió: “Sin entender lo que pasaba le conté a mi amiga, salí a la calle y me encontré con muchos vecinos asustados en pijamas, todos preguntando si estábamos bien, pero el susto después pasó rápido”.

En el momento la joven recordó que no entendía qué pasaba, y mas que un terremoto pensó en un problema estructural del hostel. Sobre los efectos, contó que le dolió mucho la cabeza durante el terremoto, así como cada vez que hay réplicas, y recordó que en cada ocasión “suena una alarma oficial" avisando a la gente para que no esté bajo techo. En viviendas más alejadas y precarias tres personas de San Cristóbal fallecieron dentro de sus hogares.

Daños estructurales hubo pocos en San Cristóbal, pero cayó parte de la estructura de la Catedral y del Palacio en la plaza central. San Cristóbal de las Casas es una de las principales ciudades del Estado de Chiapas, uno de los epicentros culturales junto a Oaxaca, también aquejado por el terremoto. Y la rosarina justo arribaba, después de meses de trabajar y recorrer por Playa del Carmen, Isla Mujeres, y principalmente la pequeña y exótica isla de Holbox.

Afortunadamente el fenómeno natural no amedrentó a la joven rosarina, que piensa quedarse un tiempo trabajando voluntariamente en Chiapas, para luego seguir su camino. “Acá no se vivió el pánico como sí en Argentina desde lejos (ese día me escribieron todos mis cercanos asustados), porque según dicen los vecinos, suele haber siempre terremotos, aunque no de esta magnitud”, explicó.

El Estado de Chiapas es de los más humildes de México, aseguró Virginia, pero a la vez enfatizó en que “es de los mas ricos culturalmente, con mucha movida, porque es donde vivió el movimiento Zapatista, y tanto los paisajes como la gente se parecen mucho al Norte Argentino”.