Puestos de recarga de MOVI: "Las garitas como están, no abren más"
Las garitas siguen cerradas desde el inicio de la pandemia. Sus trabajadores denuncian pésimas condiciones laborales.
Las garitas de venta y carga de las tarjetas del Trasporte Urbano de Pasajeros (TUP) permanecen cerradas desde el inicio de la pandemia de coronavirus y no volverán a abrir hasta que el Ente de la Movilidad de Rosario no garantice condiciones de trabajo dignas. "Las garitas como están, no abren más", afirmó Raúl, uno de los integrantes de la Cooperativa de trabajadores "La Unión Limitada", en diálogo con Rosarioplus.com.
Según comentó el trabajador, luego del cierre de las garitas y los reclamos de las personas, en su mayoría con discapacidad, que prestan el servicio, la Municipalidad se comprometió en mejorar los lugares de trabajo, "con acceso a un baño y que cumpla con el protocolo Covid".
Sin embargo, la promesa que se originó en los primeros meses de la pandemia sólo se cumplió de forma parcial, con la apertura de algunos puesto de venta y carga de las tarjetas en la Biblioteca Vigil (sin condiciones de seguridad apropiadas), la Biblioteca Argentina, la Terminal de Ómnibus, el Hospital Centenario y el Apeadero Sur.
"Estamos esperando qué va a hacer el municipio", indicó Raúl y advirtió que si el TUP cambia de sistema (pasa de la Tarjeta Sin Contacto a SUBE) podrían quedar en la calle.
Precarización encubierta
Los 60 trabajadores que atienden las garitas están organizados en una cooperativa que tiene un contrato de locación de servicio con el Ente de la Movilidad de Rosario. Aunque cumplen con obligaciones de similares a la de un empleado municipal, sólo obtienen como derecho un seguro por accidente personales y la cobertura de urgencias médicas.
"Es un trabajo en relación de dependencia encubierto, tendríamos que estar anotados como empleados del EMR", señaló Raúl. "Hay personas que ganan 30 mil pesos por trabajar de lunes a lunes. Sin descanso ni derechos", remarcó Marcela, trabajadora de la cooperativa, y sentenció: "Si no trabajás, no cobrás".
Según explicó la mujer, una persona que trabaja en las cabinas gana, en promedio, entre 15 y 25 mil pesos. "Cuando empezamos la pandemia nos habían congelado el ingreso a 15 mil, hace dos meses lo actualizaron", comentó la empleada, y agregó: "El pago que se le sigue dando a la gente es un subsidio, que es lo mismo que la nada, y la incertidumbre laboral es extrema".
Concejo dormido
Los integrantes de la Cooperativa de trabajadores "La Unión Limitada" presentaron en 2020 una iniciativa en el Palacio Vasallo para pedir la instalación de contenedores, el reemplazo de las garitas, con baño y servicio de agua, y mejoras salariales. A fines de 2021, volvieron a ingresar una propuesta similar con el agregado de blanquear la situación de los empleados.
"El año pasado presentamos una propuesta que llegó hasta la comisión de Derechos Humanos, donde estaba la señora (Susana) Rueda, y ahí durmió. Este año (diciembre 2021) la volvimos a presentar y está en la comisión de Servicios Públicos y DDHH", indicó Marcela.
"El concejal (Carlos) Cardozo presentó un proyecto para reabrir las cabinas con conocimiento cero del tema. (El intendente Pablo) Javkin dijo que nos vamos a incorporar a otras tareas, peo estamos esperando desde el 2020", comentó.
"Queremos que nuestra situación sea igual a la de otros, da la sensación que hay ciudadanos de primera, segunda y tercera. Gobiernan no sé para quién", concluyó la trabajadora.